|
CRITICA
Por: PACO CASADO
Tras pasar por los festivales de cine de Cannes y Gijón llega hasta nosotros 'La mujer de Tchaikovsky' (2022), escrita y dirigida por el cineasta ruso disidente, Kirill Serebrennikov, opositor al régimen de Vladimir Putin, exiliado en Munich.
La acción comienza en 1872 en Moscú cuando el compositor con apenas treinta años ya es una leyenda nacional.
Pero lo que cuenta es la tumultuosa historia de la relación matrimonial de Pyotr Ilyich Tchaikovsky, el compositor de música ruso más famoso de todos los tiempos, con la estudiante de música, de posición acomodada, finalmente convertida en su esposa Antonina Miliukova hasta su muerte y ella se volvió loca e ingresó en un manicomio en San Petersburgo durante el resto de su vida.
Puede que el espectador piense que a través de su figura se nos cuente la vida y la obra de este gran compositor ruso, pero la verdad es que si eso espera seguramente saldrá decepcionado, porque no se narra su vida, ni se escucha ni una sola nota de sus grandes composiciones como fueron la 'Obertura 1812', 'El cascanueces', 'Romeo y Julieta', 'La bella durmiente' o 'El lago de los cisnes', entre otras.
A pesar de su fama fue un hombre falto de seguridad en sí mismo con una vida salpicada de crisis personales y momentos depresivos muy posiblemente debido a su homosexualidad que ocultaba tras su desastroso matrimonio en una sociedad de finales del siglo XIX que restringía la libertad de las mujeres.
Aquí se nos presenta a Antonina Miliukova, una mujer tremendamente enamorada de Pyotr, empeñada en casarse con él a todas luces, algo que por fin logró en 1877, aunque le dejó muy claro que su relación sería de hermanos, nada de sexo, aún así ella accede, aunque lo intenta fugazmente, pero esta dispuesta a que su misión fuera simplemente la de estar a su lado y de defenderlo de todo.
Así su matrimonio duró apenas un mes, del que se negaba al divorcio debido a su convicción religiosa, con los consiguientes líos de dotaciones y subvenciones.
A Tchaikovsky le fue otorgada una dotación vitalicia por parte del zar Alejandro III hasta su muerte a los 53 años de cólera según se publicó, aunque algunos decían que se suicidó.
La película tiene un guion que a veces se hace un tanto farragoso sin aclararnos en algunos momentos la identidad de los personajes que intervienen en esta historia.
No obstante lo mejor es la excelente ambientación de la época tanto en las costumbres como en los decorados o el vestuario.
La interpretación es correcta, ya que la verdad es que no llama la atención por ningún concepto en ninguno de los actores salvo la insistencia de Alyona Mikhailova en el papel de Antonina de lograr su propósito de matrimonio erigiéndose en protagonista de este melodrama cuya homosexualidad del compositor fue siempre ocultada por el régimen en su momento en su biografía.
La filmación es a base de velas sin iluminación artificial lo que hace que la fotografía sea a veces un tanto oscura.
La dirección corre a cargo de Kirill Serebrennikov con una veintena de títulos en su haber de los que prácticamente la mitad son trabajos para la televisión y apenas una decena para el cine, siendo 'La mujer de Tchaikovsky' (2022) el primer film suyo que le conocemos que lleva a cabo de forma lenta a base de largos planos con frecuente repeticiones de situaciones que le impiden avanzar debido a su exceso de metraje.
El título no engaña va sobre la esposa no sobre el músico.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
PREMIERE