|
CRITICA
Por: PACO CASADO
La serie de películas de 'Guardianes de la Galaxia' comenzó en 2014, basándose en los cómics de Dan Abnett y Andy Lanning, dirigidos por James Gunn cuyos protagonistas van capitaneados por Peter Quill.
La serie continuó en 2019, siguiendo al mando de la dirección James Gunn y con el mismo éxito de público lo que se decidió que tuviera lugar una tercera entrega que es la que hoy comentamos.
Todavía conmocionado y borracho por la muerte de su amada Gamora, Peter Quill reúne a su equipo, compuesto por esta banda de inadaptados, Drax, Gamora, Groot, Mantis, Nébula y Rocket, para defender el universo y a uno de los suyos, Rocket, cuya vida está en peligro, por lo que se convierte en el eje de esta nueva aventura, una misión que podría significar el fin de los Guardianes si no tienen éxito.
Pero Gamora ha vuelto en una versión distinta del personaje.
La acción comienza con la llegada de Adam Warlock, el persoaje de piel dorada en plan de destrozarlo todo y dañando a Rocket.
La inversión en el presupuesto de la primera fue de 170 millones y recaudó 773, la segunda invirtió 200 y aumentó la recaudación a 863 millones lo que hizo que se decidiera a hacer esta tercera.
El tiempo transcurrido entre las entregas no ha mermado el interés de los espectadores, tal vez al contrario, las han esperado con ansiedad por volver a ver a estos héroes de nuevo en acción con sus divertidas aventuras llenas de humor en todo momento, como lo demuestra el hecho de que cada taquillazo es superior al anterior.
Hemos de confesar que esta nueva entrega de la serie nos ha resultado con un guion un poco confuso y disperso, compuesto por situaciones aisladas que por una historia coherente que le diera continuidad y las uniera con tanta acciones al mismo tiempo.
Sí hay que admirar y destacar la estupenda creación que se ha hecho en cuanto a los decorados y el uso de los mismos, con una fantasía desbordante que ayudan al desarrollo de la misión que llevan a cabo en ese universo fantástico e igual podríamos decir de los personajes secundarios y los efectos especiales.
Hay un detalle en el argumento en el que se apunta que Chris Pratt no va a seguir al frente de los Guardianes, ya que vuelve a la Tierra a ver a su abuelo, así como algún elemento más, lo que hace peligrar la continuidad de la misma.
Una vez más se cae en el error de la larga duración, lo que provoca que se pierda el ritmo en ocasiones, ya que 149 minutos nos parecen demasiados, puesto que lo que se cuenta se puede hacer en menos tiempo suprimiendo escenas sin importancia y por otra parte le resta el poder dar más sesiones a los cines.
No obstante posiblemente el secreto de su éxito esté en que ha sabido unir el sentido de la aventura con la diversión que se deriva de la actuación de sus personajes.
Por tercera vez sigue al mando James Gunn que, como en las anteriores, se ha encargado también de confeccionar el guion y muy posiblemente mientras siga siendo tan rentable seguirá escribiendo nuevos episodios y al mando de los mismos, aunque deja Marvel y ha fichado por DC.
En la interpretación el simpático Chris Pratt se lleva la palma con Zoe Saldana y Sylvester Stallone tiene dos cameos uno al principio y otro al final.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS