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CRITICA
Por: PACO CASADO
"La policía agradece..." podría situarse perfectamente dentro de la actual corriente que surge en el cine italiano de un cine político o de denuncia de ciertas anomalías sociales por las cuales determinados hechos delictivos no se aclaran debidamente o por lo que algunos criminales no reciben su castigo escapando así a las atadas manos de la policía, la cual no puede actuar libremente.
No obedece esto a la también actual moda de films sobre la mafia, ya qye esto no tiene nada que ver con aquella, puesto que lo que se nos muestra aquí no son las interioridades de las organizaciones criminales sino el manejo de la policía para luchar contra la propia ley que proteje en ocasiones a los delincuentes.
Para liberar a la policía de este enfrentamient actuando de una forma directa y mediata, surge una sociedad secreta anticrimen que se toma la justicia por su mano.
¿Es justo esto frente a la injusticia clara y patente?. Esta sería la cuestión a debatir y discutir en el film de Steno.
La película tiene diversos aspectos o facetas que la pueden subdividir en otras tantas partes perfectamente. Una primera de ambientación, un tanto titubeante. Una segunda casi documental, en la que se incluiría la rueda de prensa del comisario Bertone en el autobús y todo el muestrario de lacras de la sociedad romana. Y por último una tercera en la que se centra claramente el problema. Y hasta sí se quiere un epílogo final con sorpresa incluida.
El famoso Steno, autor de tantas y tantas comedias italianas de otros tiempos, el colaborador Mario Monicelli, el autor de muchas de las películas de Totó, ha cambiado de nombre, o mejor, ha adptado su propio nombre, Stefano Vanzina, y con el cambio parece que ha cambiado también de género.
Esto parece tonto pero puede ser hasta sintomático, ya que al afrontar la realziación de un cine auténtico, verdadero, valiente, ha desenmascarado el seudónimo y ha mostrado su verdadero nombre.
Steno es un hombre de bastante oficio, adquirido con más de medio centenar de películas humorísticas y con multitud de guiones. Esto no deja de mostrarlo a lo largo de la película que lelva con pulso firme, dotándola de un aire de autenticidad poco frecuente como es el que el cine italiano está danto últimamente a su producción.
En este sentido de cine de denuncia social, de cine-verdad. está muy en la línea de otra película del mismo corte dirigida por Damiano Damiani y titulada "Confesiones de un comisario", cintas ambas de las que se habló mu ho el pasado año, ya que las dos fueron presentadas a festivaloes y premiadas en algunos de ellos por diversos motivos.
Un guion equilibrado que sabe mantener la emoción, una dirección que cubre baches y que sabe dotar al largometraje del ritmo preciso en cada momento, una interpretación notable en las primeras figuras, como por ejemplo el buen actor seguro y eficaz que es Enrico Maria Salerno frente a la debutante Mariangela Melato, actirz feucha pero que ya se está haciendo un nombre, o la veteranía de Franco Fabrizi, Cyril Cusack o mario Adorf, son factores que coayudan al mejor logro de esta cinta que posee un notable interés por el tema que denuncia y por la forma d eexponerlo en la pantalla.
Película de tesis politico-social, con pasajes violentos y otros de crudeza expositiva en el retrato del ambiente y las costumbres.
En el Festival de San Sebastián se hizo acreedor el actor Enrico Maria Salerono a la Concha de Plata por su trabajo.
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