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CRITICA
Por: PACO CASADO
Cuando vemos películas como ésta nos entra la nostalgia de tiempos pasados en los que había más variedad en el cine.
Las del Oeste, las de capa y espada, las de aventuras en el mar o en la tierra, las policíacas y un largo etc.
Eso referente a los films de acción, sin contar los dramas, los musicales, las de dibujos animados entre otros géneros.
'El húsar en el tejado' (1995) nos trae una clase de cine que actualmente se hace muy poco.
El propio director Jean Paul Rappeneau nos lo ofreció con su anterior cinta 'Cyrano de Bergerac' (1990).
Esta vez se basa en la novela de Jean Giono, cuya acción se desarrolla en 1832, una época de guerra en la que la enfermedad del cólera asola la Provenza francesa, en la que se nos cuenta la aventura de un joven y valiente coronel de húsares, Angelo Pardi, que se exilia a Francia y ha de recorrer la Provenza, primero perseguido por tres agentes del servicio austriaco y después por la peste, todo ello en compañía de una mujer, Pauline de Théus, a la que trata de ayudar ya que busca a su marido, mayor que ella, que posiblemente haya muerto.
La novela tiene todos los elementos necesarios para hacer un típico film de aventuras: persecuciones, luchas, enfrentamientos, la peste que lo impregna todo de muerte, personajes en constante movimiento y un ritmo realmente acelerado y trepidante, que hace que las dos horas de duración se pasen sin sentir.
En buena parte es debido a la estructura que se le ha dado al guion, introduciendo una intriga policiaca, que no está en la novela, y mezclando adecuadamente los elementos antes apuntados.
El tratamiento de las románticas relaciones de la pareja protagonista es ciertamente ideal.
El amor arde en su interior pero el miedo al contagio por contacto les mantiene físicamente distantes.
El marco para estas relaciones no puede ser más bello, amén del partido que saca la fotografía, cuya belleza contrasta con la miseria y la muerte en otros momentos de la historia.
Muy acertada la elección de los dos intérpretes de cabecera. Olivier Martínez da bien el tipo aventurero que quiere liberar a su patria del yugo austriaco y Juliette Binoche refleja en su rostro a la joven, ingenua, dulce, de extraordinaria belleza, que encierra un enigma que tardamos en conocer.
Una estupenda puesta en escena de Jean Paul Rappeneau completa el cuadro de valores de esta apreciable cinta.
Nastro d'argento al mejor vestuario. Premio Reel a la mejor edición de sonido. César a la mejor fotografía y sonido.
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