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CRITICA
Por: PACO CASADO
Esta saga millonaria que resultó ser de lo más taquillera la inició Michael Bay con el título 'Transformers' (2007) de la que ahora nos llega una nueva entrega titula 'Transformers: El despertar de las bestias' (2023) dirigida por Steven Caple jr. del que recordarán uno de sus título más recientes 'Creed II. La leyenda de Rocky' (2018).
Los seguidores de esta saga lo deben haber pasado bomba a lo largo de los diferentes capítulos de la serie hasta llegar a este, de momento, el último.
La historia se inicia con una especie de prólogo en el que los descendientes de los Autobots y Decepticons, los Maximals y Predacos, se transforman en diferentes animales como gorilas, águilas, rinocerontes o panteras robotizados y coches y camiones que se convierten en robots, que se disputan la llave de la Transcurvatura que abre portales en el espacio con la que se podrían destruir planetas enteros.
En realidad es la mitad de esa llave, ya que la otra mitad está oculta en algún lugar de la Tierra y es ahí donde comienza en realidad la aventura que sigue durante los años 90 a una nueva facción de los Transformers, los Maximals y cómo se unen a los Autobots como aliados en una batalla por el planeta Tierra.
Un guion muy elemental y sencillo para colgar tantas aventuras.
La historia, donde entran a actuar los humanos, latinos en este caso, se inicia con el joven Noah Díaz, que vive en Nueva York con su madre Breanna y su hermano pequeño Kris de once años, que tiene anemia celular falciforme y necesita ser operado.
Noah, un manitas de la tecnología, va a acudir a una entrevista de trabajo para un puesto de guardia de seguridad y al no conseguirlo le invitan a robar de un Porsche gris aparentemente abandonado que termina siendo un Autobot que es perseguido por la policía.
Poco después se tropieza con Elena Wallace, una talentosa becaria y joven investigadora que está analizando en el museo arqueológico una vieja estatuilla de un halcón en cuyo interior se encuentra una de las mitades de la famosa llave, mientras que la otra debe estar en un país sudamericano, en concreto Perú, con las ruinas de Machu Picchu y la ciudad de Cusco con sus bellos paisajes, a donde se encaminan para encontrarla.
La parte del tercio final lo constituyen la batalla entre los robots con las escenas más espectaculares, pero se hace un poco confusa, en la que se termina por no saber quien lucha contra quien, con efectos especiales muy logrados.
El artesano cineasta Steven Caple jr. se ha hecho cargo de la dirección de este nuevo capítulo teniendo el precedente de la realización de Michael Bay que se encargó de los anteriores, que, según confesión propia, se divertía mucho realizándolos, director muy dado a lo espectacular en sus películas, pero éste no desmerece en ese sentido en la puesta en imágenes que ha logrado en esta sexta entrega de las anteriores, a la que le imprime un buen ritmo al relato.
La mayor carga interpretativa recae en la pareja formada por los jóvenes actores Anthony Ramos y Dominique Fishback, que no son muy conocidos, encarnando a Noah y Elena respectivamente, que no tienen un gran atractivo de cara a la taquilla, pero que actúan con corrección y haciendo pasar un rato divertido al espectador.
Una saga en definitiva espectacular, llena de acción, aventura y efectos visuales para complacencia de los muchos seguidores que la han hecho millonaria en espectadores y dólares.
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