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CRITICA
Por: PACO CASADO
La historia sigue a un asesino en serie mientras camina por las calles de Nueva York matando a sus víctimas sin ningún patrón que le caracterice que una cada uno de los casos.
Es buscado por Andrés García, un profesor experto en Criminología, y Mary Andersen, una inspectora de la policía de homicidios de la ciudad neoyorquina, que trabaja con su compañero el agente Quint.
Esta película se plantea la incógnita de si el asesino nace o se hace.
Se ha cometido un nuevo asesinato de una mujer que ronda los 50-60 años, que es la conserje.
El profesor Andrés García, un hombre ya maduro, a punto de jubilación, no obstante sigue dando clases de criminología en la Universidad de la ciudad de los rascacielos, se ha prometido no volver a intervenir en casos reales, sin embargo al llamarle la inspectora Mary Andersen, antigua amiga pidiendo ayuda, accede por esta vez, pero piensa que no son casos aislados.
En una de sus clases habla del asesino que llama Nato 0, el que mata por placer sin más motivo, el criminal perfecto.
Es un hombre organizado y se da cuenta de que los tres últimos crímenes cometidos hasta ahora tienen una constante y es que en esa misma zona han sucedido nueve asesinatos durante los últimos cuatro años.
Beli es la hija que vive con Andrés y había quedado que el hijo, Alex, también acudiría, pero declina la invitación.
Por su parte, Cris, la hija de Mary necesita una operación urgente.
Hay un nuevo intento de asesinato, el de Susan Hooper, de 25 años, pero esta queda en coma y no ha visto al asesino.
El guion viene firmado por José Francisco Ortuño, partiendo de una idea que parieron en común Rafa Oliver y el director, que lleva a cabo este último de una forma discreta, sin alardes, desarrollando con oficio la narración aunque en ella confluyen demasiados casos que la embarullan un poco.
En cuanto a la interpretación destaca la veteranía de Carlos Olalla en el personaje de Andrés que encarna con gran aplomo que nos parece de lo mejor de este film, que se deja ver para pasar el rato, sobre todo aquellos espectadores que sean aficionados al género del thriller.
La música del compositor sevillano Pablo Cervantes adorna de forma correcta las imágenes.
Curiosa película de serie B, sin muchas pretensiones, ni elevado presupuesto, rodada en Sevilla las escenas de interiores, sobre un asesino en serie que mata por las principales calles de la ciudad de Nueva York, imágenes estas últimas que utiliza como exteriores, que exhibe constantemente.
Está realizada por Gonzalo Crespo que proviene de la televisión donde ha hecho varias series y documentales y con Nato 0 (2022) debuta en el largometraje de ficción.
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