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CRITICA
Por: PACO CASADO
El director Jonathan Demme podemos decir que es un famoso casi desconocido entre nosotros, aunque con un cierto prestigio logrado con algunos de sus trabajos anteriores, cuando hizo esta divertida comedia, 'Algo salvaje' (1986).
Destacó con uno de sus films previos como 'Melvin y Howard' (1980), que logró dos Oscar, para el guion de Bo Goldman y para Mary Steenburgen como actriz de reparto.
En esta película ya se veía que era un interesante director con un buen sentido del ritmo, que acierta cuando tiene un buen guion rico e inteligente, como ocurre en este caso, y que sin pretender más que entretener y divertir al espectador, con este trabajo sin lugar a dudas que lo logra.
Charles Driggs es un aburrido padre de familia, que está a punto de ser ascendido a vicepresidente del banco en el que trabaja, que sin pensarlo va a ser arrastrado por una alocada joven, Lulu, a la más inesperada aventura de toda su vida.
La historia se inicia como una especie de cinta itinerante, en la que este yuppie, un hombre de buena apariencia, se va de una cafetería sin pagar lo que ha consumido en el desayuno, con la idea de llegar a tiempo al trabajo.
Esto lo aprovecha Lulu, una mujer de espíritu libre, supuesta camarera de turno, que no está soltera, que no es morena, ya que las apariencias engañan, para casi secuestrarlo, ya que lo introduce en su coche, y lo convierte en su involuntario cómplice de pequeños atracos, al tiempo que consigue que el estricto Charles juegue con ella a ser su esposo y a huir de los restaurantes sin pagar, sin saber que esto que comienza como una alocada y divertida aventura va a terminar en un auténtico drama.
Al verse metido en esta alocada aventura, descubre desde otra cara del amor, hasta verse involucrado en pasar por su marido, ser perseguido por la policía, etc., lo que le hace ver su otro yo por descubrir, al salir de su vida acomodaticia y vivir otras emociones más aventureras que desconocía por completo.
Lo que comienza siendo una comedia divertida, paulatinamente se va convirtiendo en un drama con el que termina la historia, dando lugar al director Jonathan Demme a mezclar diversos géneros según las situaciones en que se va encontrando el protagonista en cada momento, hasta llegar a un sorprendente final, con violencia incluida.
Cuenta para ello con dos buenos intérpretes en los actores Jeff Daniels que ya había interpretado títulos tan interesante como 'Ragtine' (1981), 'La fuerza del cariño' (1983) o 'La rosa púrpura de El Cairo' (1985) y Melanie Griffith, esta última una digna hija de la inolvidable Tippi Hedren, que ya se vio en 'Doble cuerpo' (1984) que se revela aquí como una buena actriz de comedia, en la que nada de lo que aparece en la pantalla es cierto.
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