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CRITICA
Por: PACO CASADO
Martin Scorsese, ya había rodado algunas obras independientes y hasta una de género para Roger Corman.
Scorsese hace aquí un estudio de la conducta humana situada en unas determinadas circunstancias, que ayudó a la consagración tanto del director como de su protagonista, Robert de Niro.
Animado por John Casavetes escribe un guion de corte realista y semiautobiográfico en el que traslada algunas experiencias en las malas calles de su Little Italy natal, incluyendo eventos como la fiesta de San Genaro y su fuerte educación católica.
Para ello elige a un puñado de emigrantes italianos y los sitúa en la Little Italy neoyorquina.
Entre ellos destaca uno llamado Charlie, hombre religioso por una parte, buena persona, que tiene presente en todo momento sus convenciones de fe, pero que ha de vivir en un ambiente que no es precisamente propicio para llevar una conducta demasiado sana.
De todas formas trata de hacer el bien procurando llevar al buen camino al incorregible Johnny, un hombre sin personalidad, un deudor y derrochador empedernido que se ve constantemente acosado por aquellos a los que les debe dinero.
'Malas calles' (1973) es la historia de esos perdedores, buscavidas de poca monta, como Charlie quien puede convertirse en un miembro respetable de la mafia que domina el barrio.
Su relación con Teresa complica las cosas, mientras que el autodestructivo Johnny se va hundiendo en un mar de deudas, pero sobre todo Charlie, preocupado por el pecado y sintiendo cada vez más la necesidad de protegerlo.
La culpa es el verdadero tema de este film
La historia nos plantea una situación casi única.
Todos los temas del cine de Martin Scorsese aparecen ya aquí: el ambiente neoyorquino, el escaso presupuesto de 300.000 dólares que le obligó a rodar algunas escenas en Los Angeles, el gangsterismo, la comunidad italonorteamericana, la violencia, la psicología masculina...
Martin Scorsese trata de ir arañando en la piel de sus personajes para procurar llegar al fondo de sus almas a través de la conducta de cada uno de ellos.
El empeño es difícil y el camino trazado es bastante duro, por lo que nos da la impresión de que no ha podido lograr su propósito inicial totalmente.
Le ayuda en su trabajo el guion escrito en colaboración con Mardik Martin, que está bien perfilado, con una realización que, en cierto modo, resulta bastante fluida, lo que no evita que a veces se pierda el control del ritmo, debido a algún que otro bache de interés a lo largo de la narración.
En este caso desempeña un importante papel la música compuesta por las canciones por de Los Rollings Stones, los Miracles, Las Marvelettes, las Ronettes, entre otros grupos con temas bastante conocidos muy bien utilizados.
Llevado por el ritmo nervioso de la cámara Scorsese utiliza la música, los diálogos y los actores con esporádicas explosiones de violencia, con momentos interesantes, como la borrachera de Charlie o la pelea en los billares, entre otras.
Premio Sant Jordi a la mejor interpretación en película extranjera para Robert de Niro. Premio de los críticos norteamericanos a Robert e Niro. Premio del Instituto Parajanov-Vartanov. Premio de los críticos de Nueva York a Robert de Niro como mejor actor de reparto. Premio de la Junta de preservación de películas.
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