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CRITICA
Por: PACO CASADO
Un padre se propone recuperar el amor de su hijo al que tuvo que dejar cuando era tan sólo un bebé.
Jorge Camino Alfaro, a quien todos conocen como Coque, acaba de cumplir su condena de prisión, y a la salida le espera su hermano Ramón, que tiene un restaurante de carretera, La Curva, donde su esposa Agustina se ocupa de la cocina.
Felipe, su amigo el cura, le ha buscado un piso de protección social, en el mismo bloque de Andrés, su hijo, ahora ya un adolescente adulto, donde vive con una chica, Sonia.
Coque lo sigue un día para ver dónde trabaja y lo hace en un taller de coches, donde varios matones le acosan por una deuda.
Coque, que es un buen cocinero, ayuda en el restaurante de su hermano y hace amistad con Andrés, que no sabe que es su padre, que le dejó cuando era un bebé y no lo conoce, al que le lleva comida, tratando de recuperar su cariño.
Sonia se queda sin trabajo y dos matones le dan una paliza para que Andrés pague.
Ante esta circunstancia Coque recurre a Julián, que tiene una joyería a medias con una socia para que le haga un préstamo y poder saldar la deuda de Andrés...
Se trata de un bonito melodrama en el que como suele suceder en estos casos, las desgracias nunca vienen solas y se van uniendo unas con otras.
Tiene un guion en el que las acciones están bien entrelazadas.
Esta película habla de la relación entre un padre y un hijo, sin que este sepa de su existencia, ni de que finalmente está a su lado como si fuera un ángel de la guarda protector, por el que se sacrifica al límite por que nada le pase.
El personaje de Coque está interpretado por Fernando Tejero en un papel muy serio, que tal vez sea de lo mejor que le conocemos a este actor hasta el momento presente, dentro de que últimamente se está prodigando bastante, con un cambio de look y de temática, tan acostumbrado como estaba a la comedia.
A su lado en el personaje secundario de Agustina encontramos a la veterana Adriana Ozores en un papel con mucho aplomo.
Tiene un problema en el que caen con bastante frecuencia las produccionees españolas, y es que los actores jóvenes pronuncian mal y apenas se les entienden los diálogos.
Esta es la ópera prima y primer largometraje que dirige el cineasta murciano Joaquín Carmona Hidalgo, que ha contado con un buen reparto, aunque no tenga figuras de relumbrón, y con varias marcas y entidades de la región que han colaborado para la realización de este film, como así mismo el Real Betis Balompié.
Un guion que está bien desarrollado en el que nos vamos enterando de lo sucedido en el pasado a través de los diálogos y la puesta en imágenes llevada a cabo con bastante convicción de lo que se está contando, que no es más que una historia que suele suceder con frecuencia en la vida real y ocurrir en cualquier lugar del mundo, de cuyo resultado su novato director debe estar satisfecho.
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