|
CRITICA
Por: PACO CASADO
Una vez más una película de hoy vuelve a ser una mezcla total de los géneros más importantes que están de actualidad, en que se ha convertido cualquier producción del momento
El director de serie B, Wes Craven, es un especialista en el género de terror pero no es eso únicamente lo que se nos ofrece aquí, ya que en ella hay también comedia y llevada a cabo por jóvenes adolescentes como ocurre preferentemente en cualquier film que se haga en la actualidad.
H ay también ciencia ficción y en ese sentido hay ocasiones que nos recuerda a 'Cortocircuito' (1986) y en otras a cualquier cinta con un ser biónico como protagonista como ocurre en 'Terminator' (1984) o similar del mismo corte.
Por ello hay suspense y terror, jugando en ocasiones con los trucos propios del género.
La historia es simple.
Paul Conway es un joven genio aficionado a la cirugía y la electrónica, con conocimientos científicos muy superiores a los que podría esperarse de su edad, ya que aún no tiene los veinte años y ya ha sido capaz de construir un robot que razona como si fuera un ser humano; tiene pocos amigos, pero entre ellos está una guapa vecina, Samantha Pringle.
Una vieja vecina le ha destruido el robot y lo ha dejado convertido en chatarra destrozado a tiros y Paul no ha podido seguir experimentando con él.
Otra amiga suya, Samantha joven y guapa, no cesa de recibir palizas de Harry, su abusivo y alcohólico padre, lastimándola con frecuencia.
En una de ellas su cerebro resulta dañado irreversiblemente.
Cuando la chica sufre ese incidente que daña su cabeza, Paul concibe la idea de salvarla con métodos más avanzados que los que poseen en el hospital que le atiende.
Roba su cuerpo y se lo llevará a su casa y en su mesa de operaciones buscará si es capaz de producir el milagro de salvarle la vida, mediante sus conocimientos y estudios del cerebro y la electrónica, la opera; abre su cabeza e instala allí un pequeño ordenador para revivirla y lo consigue, pero ya no es la dulce Samantha de siempre y comienzan a pasar cosas extrañas.
La película mantiene el interés con un guion que tiene un buen desarrollo al comienzo, hasta que a la mitad entra en el terreno de lo convencional y de la ciencia ficción y es entonces cuando el film se hace un poco más técnico, sirviendo a partir de ese momento como un simple juguete distraccional, jugando con el pequeño joven inventor émulo del doctor Frankenstein.
Como especialista en el género de terror Wes Craven salva la cinta, aunque no pasa de ahí.
Lo jóvenes actores cubren sus papeles a satisfacción, sobre todo en la primera mitad de la historia.
En definitiva un thriller muy atractivo para los amantes de este tipo de cine, que contiene secuencias muy violentas.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
BANDA SONORA
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE