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CRITICA
Por: PACO CASADO
Esa es la historia de Ruby Gillman, una tímida adolescente de 16 años, que vive en una pequeña localidad costera, una genio con las matemáticas, que desea ir con las amigas al baile de graduación que se celebra en un barco y su madre, la mejor agente inmobiliaria de la ciudad, le tiene prohibido acercarse al agua.
Éstas la convencen pero cuando Connor, su mejor amigo, se cae al mar, se lanza tras él para salvarlo a pesar de que su madre le recomienda de forma tajante no meterse en el mar.
Así descubre que en realidad es una kraken, una especie de gigantesco pulpo marino, que tiene la mala fama de hundir los barcos y matar a los pescadores, algo que le ha ocultado siempre Agatha, su madre, que le recomienda que diga que es canadiense, si alguien nota algo raro en ella.
De esta forma se entera de que procede de una legendaria familia real de krakens marinos cuya abuela es la reina y ella una princesa que será la heredera del trono, como en principio lo era su madre que luchó con la reina de las sirenas y le arrebató el tridente que escondió en el fondo del mar terminando así la guerra entre ambas especies, pero prefirió ser una humana.
De esa forma se entera de que su destino se encuentra en las profundidades de las aguas del mar, que es más grande de lo que podía haber imaginado.
De vuelta a la tierra tras salvar al chico de sus sueños de la caída al mar, ve que Chelsea, una nueva y atractiva chica, se ha arrogado el mérito.
No obstante se hacen buenas amigas y un día le descubre que ella es una sirena.
Esta es la original historia que esta vez nos cuenta la productora Dreamworks, que comienza con el emblema de la marca con el chico pescador sentado en la Luna saludando a los personajes de las películas anteriores de una forma divertida.
Esta es una manera de mostrarnos una historia sobre la adolescencia mediante una entretenida comedia en la que Ruby quiere encajar entre los compañeros del instituto y no pasar desapercibida.
Este es el cuarto film dirigido por Kirk DeMicco, del que recordarán a los divertidos Croods, que en este caso sitúa esta historia entre el mar y la tierra con unos seres monstruosos procedentes de las leyendas nórdicas, aquí convertidos en una tímida adolescente que lo único que pretende es poder alcanzar su lugar en el mundo, sin saber que procede de otro ambiente que desconoce en el que estaba destinada a una empresa de más altura.
De una forma o de otra trata de resolver su doble problema, marítimo y terrestre, para poder seguir adelante.
En este caso la historia tiene dos escenarios, por una parte el del misterioso fondo marino, del que tan poco sabemos los humanos, y por otro ladi el ambiente estudiantil de la adolescencia en la que se desenvuelve Ruby, la protagonista de este relato.
Aquí se le da un giro a la leyenda ya que los karkens no son seres malignos, sino bondadosos, que lo único que desean es establecer la paz en los fondos marinos, mientras que las presumidas sirenas en este caso son las malvadas de la historia.
Es un relato de superación, de aceptación de sí misma en el que se aconseja no esconder los secretos familiares, decir siempre la verdad y afrontar los problemas de la adolescencia, que es el público al que debe ir dirigido.
Nos da la impresión de que la animación esta vez no es tan limpia como en otras ocasiones y que el tema, que esta vez se distrae demasiado en la lucha por el poder submarino, tal vez no sea bien asimilado por los espectadores muy pequeños.
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