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CRITICA
Por: PACO CASADO
Cualquier tema es bueno para originar una comedia divertida.
No es la primera vez que la curiosidad de un adolescente o la falta de una madre, hace que se entrometa en la vida de su padre buscándole una mujer o inconscientemente una nueva madre, aunque como ocurre en este caso se trate de una chica de mala vida.
Estos son los elementos que maneja en esta nueva película el actor devenido a realizador Richard Benjamin, en la que tres adolescentes despiertan a la sexualidad y para salir del desconocimiento que tienen sobre la materia, se van a la ciudad en busca de una prostituta que les enseñe lo que no saben.
Uno de ellos, que es huérfano de madre y cuyo padre vive encerrado en su trabajo, ve en esta mujer la solución ideal de su hogar.
Una serie de circunstancias hará meter en líos a su padre y, como era previsible desde un principio, logrará el final feliz que el niño pretendía.
Todo es bastante increíble en este film.
Todo está encaminado a provocar situaciones cómicas sin tener en cuenta ni siquiera lo más elemental y racional de la vida. Esto es algo muy común y a lo que nos tiene muy acostumbrados el cine norteamericano.
Una pareja de contraste, con el sobrio Ed Harris y una Melanie Griffith que da bien el tipo, pero que no le saca partido a su belleza, completan la pareja principal de esta cinta, entretenida a secas.
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