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CRITICA
Por: PACO CASADO
Giovanni es un conocido cineasta italiano, que se prepara para rodar su nueva película, 'El sol del futuro', que cuenta una historia situada en el año 1956, pero tiene problemas, entre otros, familiares, con su esposa en crisis, con la que lleva casado desde hace más de cuarenta años, que desea separarse por no aguantarlo más, pero no se atreve a plantearle la situación: con su productor francés, que está al borde de la quiebra y quiere que Netflix, cuyas producciones según pregonan sus directivos se ven en 190 países, le salve para poder financiar el film que está a punto de rodarse; y con su hija, que no le hace caso, se ha enamorado de un señor mayor, al tiempo que está componiéndole la banda sonora de la cinta en cuestión; así como los problemas que tiene con este título que trata sobre el impacto que tuvo el partido comunista italiano cuando se produjo la invasión soviética a Hungría en el año 1956, que es de lo que trata la producción en cuestión.
Por medio se meten también los problemas que tiene su mujer, que al mismo tiempo está produciendo una película a un director joven que apenas empieza, en la que en un momento determinado él interrumpe el rodaje dando lecciones de cómo filmar una escena que el pobre novato se traga ante el maestro, cuando todos están deseando terminar ya que es el último día del rodaje.
Giovanni va a tener que replantearse su manera de hacer las cosas, si quiere manejar a fondo su pequeño mundo para tener un futuro brillante.
Este nuevo film del célebre actor, guionista, productor y director italiano Nanni Moretti, llega a nuestra pantallas tras participar en la sección oficial del pasado Festival de cine de Cannes, del que se vino de vacío, y de conseguir, no obstante, todo un gran éxito de taquilla en Italia.
El director de 'Caro diario' (1993), que se repone a raíz del estreno de éste, hace una vez más una declaración de amor al cine con esta fábula vitalista en la que se desarrollan simultáneamente estas líneas argumentales lo que en ocasiones puede aparentar ser una narración un poco caótica.
En ellas va dando pinceladas pasando de una a otra sin solución de continuidad, en las que va del humor a la crítica, así como al compromiso social y político, al tiempo que introduce algunas citas cinéfilas, incluso de su propio cine.
Otra de las cuestiones es que se empeña en meter varias canciones sin que vengan a cuento e incluso un número coreográfico en su deseo de hacer un musical, que no es el caso.
En estos momentos Moretti es uno de los directores europeos más interesante de las últimas décadas, y de los más destacados dentro del pobre panorama actual del cine italiano, aunque a nuestro parecer ha bajado un poco en esta ocasión en cuanto a la calidad de su cine.
Él como protagonista muestra siempre la misma cara a pesar de estar en situaciones diferentes en cada momento.
Como director nos gusta el acierto de hacer aparecer en la manifestación final, de forma ingeniosa, a cada uno de los actores y técnicos que parecen en esta historia o han llevado a cabo la realización de la misma.
Nastro d'argento para Barbora Bobulova y premio Guglielmo Biraghi para Valentina Romani.
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