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CRITICA
Por: PACO CASADO
Durante la proyección de esta película pudimos comprobar la poca atención que el público infantil le prestaba, debido a lo aburrida que resulta, ya que es un producto pasado de moda.
Hollywood en estos momentos no piensa más que en hacer productos caros, originales, con temas fuertes con los que competir al cine europeo que fabrica productos más intelectuales y de autor.
Aquí lo que se nos cuenta es la historia de Mary y Raquel, dos nuevas alumnas del colegio católico San Francisco que es un elegante internado para señoritas con medios.
Estas dos chicas, de temperamento inquieto, alegres y divertidas no cesan de hacer travesuras rompiendo la disciplina de este internado religioso norteamericano y ganarse las reprimendas y castigos de las profesoras, ante la continua vigilancia y también resignada comprensión de la Madre Superiora.
El cúmulo de incidencias que se suceden constituyen la trama de esta comedia familiar tan jocosa y alegre como intrascendente.
Estamos pues ante el típico y tópico film de monjas de los años 50, cuando América aún tenía buena conciencia de sí misma y el cine optimista de directores como Frank Capra seguía teniendo éxito.
Con esos criterios de hace veinte años, la actriz Ida Lupino se pasa a la dirección con esta historia en la que para la juventud su único problema es de poder fumar, tabaco, naturalmente, en los lavabos a escondidas de sus educadoras y ser respondonas.
Desde luego el fallo esencial de esta cinta proviene del falso y blandengue guion, lleno de recursos fáciles y sensibleros con el que poco se podía hacer, al que Ida Lupino se encarga de rematar con una dirección francamente mala dándole el toque final.
Los actores ante esta actitud de la dirección se sienten abandonados, mientras que el uso de la música de Jerry Goldsmith es inesistente, con unos colores que son de tarjeta postal.
Un mal producto en definitiva, ciertamente inofensivo a pesar de su evidente carga retrógrada, que resulta aburrido, con tan solo entretenido en ocasiones y desfasado por completo.
Flojo trabajo de una veterana como Rosalind Russell y una Hayley Mills encasillada en este tipo de papeles de jovencita revoltosa cuando creemos que podía dar más de sí en manos de un buen director.
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