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CRITICA
Por: PACO CASADO
Definido como un thriller postapocalíptico que involucra un futuro situado en el año 2065, impactado por una guerra entre humanos y la IA, con los posible beneficios o perjuicios para la humanidad como sustituir la mano de obra y sobre cuestiones sobre el bien y el mal, su mensaje antibelicista y el sinsentido de la guerra, por lo que está de plena actualidad.
Se inicia con la destrucción de la ciudad de Los Angeles a cargo de la IA, por lo que está prohibida por los gobiernos occidentales, pero los orientales continúan construyendo robots cada vez más potentes e inteligentes, lo que suscita una guerra entre ambas potencias.
Se trata de un relato de ciencia ficción que tiene lugar en un futuro cercano en el que este joven director inglés de 48 años, Gareth Edwards, que tan sólo tiene en su aún corta filmografía tres largometrajes 'Monsters' (2010), 'Godzilla' (2014) y 'Rogue One' (2016), ha creado una gran expectación su llegada a las carteleras esta semana.
El joven realizador se inició en el cine en el departamento de efectos visuales, que ya practicaba en su casa desde muy joven. Y en este caso con su nueva película trata de reflejar los miedos de la humanidad en estos momentos sobre la IA, inteligencia artificial.
'The creator' (2023) es un film de acción pero situado en el género de la ciencia ficción, que desarrolla una futura guerra entre el hombre y las fuerzas de la Inteligencia Artificial.
Joshua es un experto agente de las fuerzas especiales que durante cinco años cree que Maya, su esposa, una experta en robótica, había muerto en una misión, y es reclutado para dar caza y eliminar a Nimata el Creador, que ha inventado una nueva arma que puede poner fin a la guerra, pero que también es capaz de eliminar a la humanidad.
Joshua, con su equipo de élite, tendrán que cruzar las líneas enemigas para llegar hasta el corazón de la IA, donde van a descubrir que esa arma, increíblemente avanzada y tan buscada tiene la forma de una niña pequeña de seis años llamada Alphie y quien la posea será el vencedor.
Pero alguien le da la esperanza a Joshua de que su mujer está aún viva y que existe la posibilidad de encontrarla.
Gareth Edwards confiesa que desde pequeño la ciencia ficción ha estado presente en su vida por lo que no era extraño que algún día tenía que llegar el hacer una producción sobre ese tema y aquí está.
Los posibles defectos de esta cinta, que indudablemente los tiene, entre ellos un guion que no brilla por su creatividad, que es esquemática y previsible, con una historia tan trillada, que rebaja los méritos de sus logros, para una producción de esta clase, como ha sido realizada.
Lo mejor y lo que es más de admirar es la creación de los efectos visuales con ese manejo masivo de robots a gran escala que da prioridad al aspecto humano de la historia.
El personaje de Joshua está incorporado por John David Washington, hijo del actor de igual apellido Denzel Washington, que aún tiene poca experiencia, mientras que la pequeña Alphie es la debutante oriental Madeleine Yuna Voyles, que aporta un poco de humanidad a su personaje, y entre ambos se reparten buena parte del protagonismo de esta película, que como casi todas las actuales le sobran bastante minutos.
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