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CRITICA
Por: PACO CASADO
El director Fernando Trueba y el dibujante Javier Mariscal vuelven trece años después a trabajar juntos tras haber realizado 'Chico y Rita' (2010), por la que fueron nominados al Oscar, para la filmación de este thriller de animación, con música a ritmo de jazz, samba y bossa nova, que refleja una época que transcurre entre las décadas de los años sesenta y setenta, plena de libertad creativa que supone un punto de inflexión, justo en el momento anterior a que el continente latinoamericano fuera tomado por los regímenes totalitarios, en media docena de sus países, lo que supuso la desaparición de miles de personas y de muertos y también el éxito de uno de los movimientos musicales latinoamericanos como el de la bossa nova en todo el mundo.
La acción comienza cuando en 2010 Jeff Harris (alter ego de Trueba) un periodista que escribe de música en la revista New Yorker de la ciudad de Nueva York, presenta su libro They shot the piano player, escrito cuando investigaba sobre los cincuenta años del nacimiento de la bossa nova y descubre la misteriosa desaparición del pianista brasileño Francisco Tenório Júnior, que trabajaba habitualmente con Vinicius de Moraes, entre otros músicos importantes del país brasileño cuya manera de tocar le llamó la atención.
A partir de ahí será la propia voz del periodista la que vaya contando las averiguaciones que llevó a cabo de manera exhaustiva con todas aquellas personas que le conocieron, desde su esposa, Carmen Cerqueira con la que tuvo cinco hijos, que en principio se niega a hablar después de tantos años, hasta que por fin accede a ello, como con Malena, su amante, y toda la nómina de músicos importantes que hablan sobre él con los que el periodista tiene la oportunidad de entrevistarse, ayudándole a localizarlos Joao, un buen amigo suyo.
Tenorio tenía 35 años cuando una noche salió de su hotel en la ciudad de Buenos Aires, donde estaba de gira, a comprar unos bocadillos y a la farmacia y nunca volvió.
El hecho ocurrió cinco días antes del golpe militar que impuso la dictadura argentina de Jorge Videla, un 18 de marzo de 1976, y el derrocamiento de María Estela Martínez de Perón.
Era un hombre que solía hacer esas escapadas incluso en mitad de un concierto, por lo que en principio no sorprendió su desaparición, pero pasaron los días y no había vuelto.
Al periodista le llama la atención que no había grabado nada más en treinta años, por lo que cree que ha fallecido.
Hay un pequeño apartado para hablar de lo que ocurrió en seis países latinoamericanos en aquellos años, incluida la Operación Cóndor, cuando llegaron los regímenes totalitarios y se hicieron con el poder con la pérdida consiguiente de la libertad.
También Milton Nascimento habla de la influencia en su música de la Nouvelle vague con películas como 'Al final de la escapada' (1960), 'Los 400 golpes' (1959) o 'Jules et Jim' (1962), con imágenes de las mismas en blanco y negro.
Si contáramos con una lista de los músicos más importantes de aquella época, seguro que no falta ninguno de ellos con los que se relacionara y que por supuesto tiene presencia en el film; podemos recordar a Ella Fitzgerald, Antonio Carlos Jobin, Bebo Valdés, Caetano Veloso, Joao Gilberto, Toquinho, Vinicius de Moraes, Milton Nascimento, Chico Buarque, entre otros, todos ellos muy bien caracterizados en el dibujo por Mariscal.
El guion es uno de los más completos, en cuanto a datos y entrevistas, muy cercanas a las cuarenta, extraídas de las más de quince horas de grabación que hizo Trueba a esos músicos famosos, que se hace algo repetitiva en su estructura.
En lo referente al dibujo de Mariscal es de apreciar el parecido de los personajes y también en lo minucioso de los fondos de algunos escenarios en los que se desarrollan las entrevistas, aunque el movimiento de los personajes no es muy suave.
No hay que olvidar que la disfrutable banda sonora está enriquecida con los ritmos del jazz y la bossa nova.
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