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CRITICA
Por: PACO CASADO
Brian Godlock es un padre que presencia la muerte accidental de su hijo de pocos años debido a un cruce de disparos entre dos bandas rivales en la ciudad de Los Palomos debido a una bala perdida.
Posteriormente trata de ir tras los que originaron la muerte de su pequeño y uno de ellos le dispara, la bala le destroza la garganta y pierde la voz.
No obstante una vez que sale del hospital tras sufrir la consiguiente operación, se prepara concienzudamente para llevar a cabo su sangrienta venganza.
Se entrena durante un año haciendo gimnasia, aprende a disparar en un campo de tiro, se compra un coche de segunda mano que tunea convenientemente para lo que necesita con el que ensaya en conducir rápido, toma un chaleco antibalas, se provee de armas.
Un día encuentra una tarjeta del detective Vassell que le dejó en la mesilla de noche del hospital, va a verlo y en su despacho, mientras espera, fotografía las imágenes de los más buscados delincuentes entre los que está el que le disparó a él.
Saya la esposa entretanto se ha marchado a visitar a los padres.
Se da la circunstancia de que al perder el protagonista la voz, la película está prácticamente ausente de diálogos, simplemente con la presencia de la música de Marco Beltrami, muy agradable por cierto, durante toda la primera parte, mientras que en las escenas de acción sube el volumen y se muestra muy contundente.
Eso mismo ocurre en la narración, que está plagada de flash backs de recuerdos de un hijo, siendo plácida, salvo al inicio con la muerte del pequeño y la pérdida de voz de Brian Godlock, mientras que en la parte final todo es acción, tensión, violencia, muertes y disparos por doquier.
Si algo tiene de original el guion es expresar todo lo dicho en un film prácticamente mudo, por lo demás el resto es lo que estamos acostumbrados a ver en cualquier thriller al uso en donde lo malos caen al primer tiro, mientras que los buenos resisten a pesar de las peleas y los disparos que les hacen, saliendo más o menos indemnes.
Un trabajo correcto por parte del inexpresivo actor sueco Joel Kinnaman en el papel protagonista y más secundarios por parte de Catalina Sandino Moreno, que desaparece pronto de la historia, y de Kid Cudi en el personaje del detective Vassell con una breve aparición al principio y más prolongada en la refriega final que resulta realmente muy violenta.
La dirección del realizador chino de 77 años, afincado en Hollywood desde 1996, John Woo, es de sobra conocida de anteriores producciones suyas como 'Blanco humano' (1993) o 'Misión imposible 2' (2000) entre otras
Volvió a China unos años y ahora ha regresado con esta coproducción entre Estados Unidos e Inglaterra, 'Noche de paz' (2023) que más bien se podría titular 'Noche de violencia', en la que se vuelven a dar las características de su cine.
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