|
CRITICA
Por: PACO CASADO
Es frecuente que en la época navideña se programen las películas infantiles ya que los niños suelen estar de vacaciones, pero no siempre éstas cumplen sus funciones de auténticos productos pensados para los espectadores más pequeños.
En 'Un mundo de fantasía' (1971) podemos afirmar que se han seguido todos los cauces normalmente exigidos para que sea un auténtico film infantil, ya que aquí se expone un tema y se sacan conclusiones ciertamente aleccionadoras, sin pedantería, ni sensiblería sentimentaloide.
Se cuenta la historia de Willy Wonka, un excéntrico fabricante de chocolate que abre las puertas de su fabulosa fábrica de golosinas a aquellos niños afortunados que hayan encontrado uno de los cinco billetes dorados que van incluidos en las tabletas de chocolatinas.
Charlie un chico bueno que vive con sus padres y sus abuelos es uno de los afortunados, mientras que los otros cuatro son egoístas y mal educados.
Willy Wonka es un personaje extraño y su fábrica oculta no pocas sorpresas que darán un matiz inquietante a las aventuras que han de vivir los jóvenes que han sido invitados.
La cinta está claramente dividida en dos parte: una primera que interesa menos a los niños, donde se expone el tema y en la que se hace una crítica a los poderes de la publicidad reduciéndolos al absurdo.
En la segunda se entra de lleno en ese mundo de fantasía al que se hace alusión en el título español de la película.
En ella se da rienda suelta a todo ese mundo que crea en su imaginación un pequeño cuando lee los maravillosos cuentos infantiles pensados para ellos.
El film nos presenta toda una factoría de chocolate cuyo único dueño y poderoso señor es Willy Wonka, que es capaz de imaginar los mayores inventos llenos de ingenio y de fantasía, a través de los cuales y durante su recorrido por la extraordinaria fábrica, se ponen a prueba las cualidades de los cinco pequeños que la visitan, poniendo de relieve los vicios y defectos que tiene cada uno.
Roald Dhal, autor del libro también se ha encargado de llevar a cabo el guion de esta cinta y el director Mel Stuart, conduce el relato con cierta soltura, aunque le notamos falta de un mayor soplo creativo; pensamos que puesto en manos de un mejor realizador hubiera resultado un producto mucho más brillante.
No obstante la película interesa por sus logros parciales entre los que destacan unos buenos efectos especiales y algunas canciones que adivinamos de una mayor calidad en su versión original, que aquí se han traducido sus letras a nuestro idioma perdiendo así su primitivo encanto, pero siendo más comprensibles para la grey infantil.
Tiene un aceptable colorido en la fotografía de Arthur Ibbetson y una sosa coreografía.
El film resulta muy aleccionador para los pequeños espectadores.
Nominada al Oscar la banda sonora. Premio NBR. Premio OFTA al film y a Gene Wilder.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE