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CRITICA
Por: PACO CASADO
El cine norteamericano tiene una cantera de argumentos en las películas deportivas aunque simplemente le sirvan de base para confeccionar una comedia más, como ocurre en este caso con el impensable caso de que una aficionada al baloncesto Edwina Franklin, más conocida como Eddie, llegue a entrenar al equipo de la ciudad de Nueva York, los Knicks, cuajado de estrellas que cobran millones de dólares por sus contratos y que a pesar de ello se encuentra en el final de la clasificación.
La llegada de un vaquero millonario que ha comprado el equipo le lleva a hacer rarezas como esa, echar al entrenador titular y poner al frente a una aficionada, Eddie, por el simple hecho de ser popular entre el público y poseer carisma.
Todo se reduce a resolver los problemas particulares y personales de cada uno de los jugadores que les atenazan las piernas y no les deja pensar con la cabeza a la hora de su actuación en la cancha de juego.
Una comedia hecha, una vez, más a la medida de Whoopi Goldberg que se desmadra a sus anchas en este film en el que los aficionados a este deporte tienen ocasión de ver algunas de las más importantes figuras de la NBA, aunque imaginamos que preferirán contemplarlos mejor actuando en un partido de competición en serio que en una comedia como ésta.
Dirección funcional e interpretación en la misma dirección.
Premio Stinker a Whoopi Goldberg.
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