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CRITICA
Por: PACO CASADO
Esta coproducción múltiple se acoge a una vieja fórmula que fue muy utilizada en otro tiempo por el cine italiano que no es otra que la de historias cruzadas, en la que cada una de ellas se va desarrollando de manera simultánea aportando su propio interés al total de la narración.
Esta es la historia de tres mujeres, Smita, Giulia y Sarah, de diferentes partes del mundo y nunca se han conocido, pero están unidas por algo íntimo y único que es referente a todas ellas.
La acción comienza en la India donde vive Smita con su marido y su hija Lalita.
Un día decide entregar sus ahorros para que su hija pequeña pueda estudiar y no se vea en la misma situación en que se encuentra ella, en busca de un futuro mejor.
No obstante cambia de criterio, recupera el dinero y una noche con su hija y se marcha a la ciudad, en contra de la opinión de su marido, en busca de unos primos para cambiar de vida, ya que como intocables no se les permite salir de la ciudad.
La segunda historia se sitúa en Sicilia, donde Giulia lleva adelante el veterano taller de pelucas de su padre que ha caído enfermo y se encuentra en el hospital.
El establecimiento es el último de esta clase que se encuentra en Palermo, que está plagado de deudas, que busca de forma desesperada poder pagar para no tener que cerrar y dejar en la calle a las empleadas que allí trabajan y que supone el sustento de su familia y también de las empleadas.
Gracias a un amigo que le facilita la importación de pelo, tratará de salir adelante.
Finalmente la tercera sucede en Canadá en donde Sarah es madre de tres hijos, que se ha divorciado por tercera vez, que está considerada como una notable abogada, que trata de salir adelante con todos los suyos con la labor de su trabajo, lo que no tiene previsto es lo que le aguarda el destino al caer enferma.
Ciertamente no todas las historias tienen el mismo interés, pero a través del cruce se abandona la narración de una para centrarse en otra y así sucesivamente, aunque cada una tiene su afán, teniendo todas en común el protagonismo femenino de distintas nacionalidades cada una en un punto del mundo, la India, Italia y Canadá.
El guion se basa en la novela homónima, publicada en 2017, escrita por la propia realizadora que se encarga también de su adaptación al cine en colaboración con Sarah Kamisky y finalmente convertirla en imágenes para la gran pantalla bajo su dirección.
Cada una de estas mujeres pertenece a distintas clases sociales
y estatus económico, pero todas luchan por la supervivencia que constituye el meollo dramático general de cada una de las historias.
La francesa Laetitia Colombani es una actriz que tras interpretar 17 película escribió un día el guion de Sólo te tengo a ti (2002) y tras dirigir un corto le echó valor para ponerse tras la cámara y dirigir ese su primer largometraje que era el único título que se había visto en las pantallas españolas.
Ahora nos llega La trenza (2023) que es el tercero que realiza, en el que se hace un canto a la liberación de la mujer, el amor entre madres e hijas y la ayuda que se produce entre ellas, que son el motor primordial de la vida.
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