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CRITICA
Por: PACO CASADO
El western europeo se propagó de tal manera y a tan bajo nivel en los años sesenta que sus películas se podían comparar con cierta literatura de kiosco de este género que se vendía a escasas pesetas y que no ofrecían más que unas horas de distracción con su lectura.
Estos westerns a veces ni distraían, porque todos eran iguales, porque resultaba aburrido ver siempre las mismas caras interpretando parecidos papeles y haciendo idénticas acciones. Los guionistas tenían poca imaginación, con temas trillados y los directores no aportaban nada nuevo, ni siquiera cuando el Oeste se tomaba un poco a broma, como ocurría en 'Dinamita Jim' (1966), se salían de lo habitual.
Durante la Guerra de Secesión norteamericana, un vaquero conocido como Dinamita Jim, participa en el contrabando del oro desde México hasta un fortín situado en Iowa.
La codicia de un falso amigo y el acoso de un bandido, le meterán en más de un peligroso altercado.
La comedia podía ser una variante del género y tal vez una salida, pero hasta para esto había que tener una calidad que no llegaba nunca.
Este film hasta tiene malos diálogos, gramaticalmente mal escritos y peor dichos.
En ningún concepto aportaba nada nuevo, más que hora y media de distracción para unos pocos ingenuos espectadores que quemaban así su tiempo en lugar de aprovecharlo en algo más productivo e interesante.
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