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CRITICA
Por: PACO CASADO
A pesar de ser una fantasía hecha con muñecos animados esta película no es apropiada para niños, ya que los pequeños no consiguen comprender lo que Tim Burton cuenta aquí en esta historia.
La acción relata la desmedida ambición Jack Skellington, el popular rey de las Calabazas, dueño y señor de la localidad de Halloween, encargado de supervisar la creación de todas las delicias macabras, los escalofríos y las sorpresas que esta fiesta exporta al mundo real.
Desea llevar a cabo todo ello cuando descubre la ciudad de la Navidad, llena de colores luminosos y a Santa Claus repartiendo juguetes a los niños.
La idea le parece buena para cambiar la noche de Halloween, en la que el terror y las bromas macabras se hacen dueño de la diversión durante esas horas.
Tras secuestrar a Santa Claus y disfrazarse como él, comienza a repartir sus tétricos regalos.
Le ayuda a lograr su empeño Sally, una muñeca rota cosiqueada como si fuera Frankenstein.
Esta extraña historieta tiene un look de producción macabra de terror al estilo de los films del género de la Universal de los años treinta y cuarenta, con un leve argumento que se estira para colgar sobre él una docena de canciones.
Porque no les habíamos dicho que la cinta tiene el esquema de una comedia musical en la que los personajes cantan y a veces hasta bailan, lo cual se hace más aburrido y pesado para los niños, si es que estos acuden a verla.
Y otro tanto le ocurre a los mayores, ya que en el afán de que los pequeños comprendan las letras se han doblado las canciones, con lo que se pierde la calidad del original.
Esta fantasía musical tiene el valor de lo imaginativo, el enorme trabajo de una película de animación con personajes sobre decorados en tres dimensiones y con multitud de muñecos que se han confeccionado para conseguir los perfectos movimientos que los personajes ejecutan como si se trataran de dibujos animados o de personajes reales.
El director Tim Burton, que tuvo esta idea hace más de una docena de años, la puso en manos de Henry Selick, uno de los directores más innovadores en el campo de la animación fotograma a fotograma, mientras que la música y las canciones se las encargó a Danny Elfman, el músico habitual en sus últimos films, 'Bitelchús' (1988), 'Eduardo Manostijeras' (1990) y las dos partes de Batman.
Con 'Pesadilla antes de Navidad' se proyectan los cortos, 'Vincent' (1982) en v.o. con subtítulos, de 6 minutos de duración y 'Frankenweenie' (1984), de 30 minutos, ambos dirigidos por Tim Burton, que complementan perfectamente la corta duración de la película y ayudan a comprender la idea de su creador.
Nominados al Oscar los efectos especiales. Premio Saturno de la Academia de ciencia ficción y terror y a la música. Premios Annie a la animación y los decorados. Premio a mejor película de animación de los críticos de Dallas. Nominado al Globo de oro la música.
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