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CRITICA
Por: PACO CASADO
Hay en esta película un claro divorcio en ese eterno dilema del fondo y la forma.
Posee un guion que por los nombres que lo firman, Milo Addica responsable del de 'Monster's ball' (2001) y Jean-Claude Carriere, habitual guionista de Luis Buñuel y otros grandes del cine francés, con la colaboración de su director Jonathan Glazer, debería ofrecer unas garantías de calidad y sin embargo es lo que empaña este film realizado con notable primor.
Se inicia con un estupendo arranque en el que un hombre hace footing por un parque nevado y al pasar por debajo de un pequeño puente le da un infarto y muere.
En ese instante nace un niño.
La historia retoma el relato diez años después cuando Anna, la joven viuda, recibe la visita de aquel niño que dice ser Sean, su esposo, lo que le deja perpleja y desubicada ante su inminente matrimonio, que le dice no lleve a cabo porque sigue enamorado de ella.
Anna en el fondo también lo está de su marido difunto, quiere creer que es cierto y si se casa de nuevo es más por compromiso que por amor.
El título español, aunque está bien puesto, puede confundirlo con una cinta de terror y no hay nada de eso, sino una historia de amor más allá de la realidad y un misterio metafísico, que lanza incógnitas sobre el amor, la mortalidad y el miedo a lo desconocido.
La pena es que el guion no da una solución y al no ser así todo lo anterior se viene abajo a mitad de la trama.
Este segundo título del director londinense de 40 años, Jonathan Glazer, que procede del mundo del videclip y la publicidad, debutó con 'Sexy beast' (2000), posee una realización justificadamente morosa, elegante y muy cuidada en la elección de los planos, con una brillante música de Alexandre Desplat de una gran inspiración que se erige en protagonista en más de una ocasión y una magnífica interpretación de Nicole Kidman, capaz de mantener el plano durante casi dos minutos rumiando sus pensamientos ante lo que le acaba de pasar. El niño Cameron Brigth, de inquietante mirada, rivaliza en su trabajo con Nicole Kidman.
Produjo división de opiniones en la Mostra de cine de Venecia y escándalo en su estreno americano por las escenas del beso y la bañera, que están realizadas con exquisito gusto y no hay motivo para nada de eso.
Mensión especial al premio Citizen Kane a la mejor revelación de dirección para Jonathan Glazer em el Festival de Sitges. Nominada al Globo de oro Nicole Kidman. Premio a Alexandre Desplat de la Sociedad Internacional de Cinefilia.
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