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CRITICA
Por: PACO CASADO
La carrera cinematográfica de Paul Mazursky continúa en línea ascendente, siendo cada vez mayor su grado de maduración y dominio de las situaciones que describe.
Tras iniciarse en el largometraje con 'Fear and desire' (Miedo y deseo) (1952), se pasa unos años realizando series de televisión y a su vuelta realiza entre otras 'Ted y Carol, Bob y Alice' (1969) y 'El fabuloso mundo de Alex' (1970), que ya vimos en España así como también contemplamos 'Harry y Tonto' (1974) y 'Próxima parada, Greenwich Village' (1976).
Y ahora nos llega su último film, de momento, 'Una mujer descasada' (1978) con la aureola del premio a la mejor interpretación femenina para Jill Clayburgh en el pasado Festival de cine de Cannes.
En sus últimos títulos Paul Mazursky nos ha expuesto algo de carácter autobiográfico, sus tiempos juveniles, su madurez y la exposición de la realidad a través de sus 25 años de matrimonio con su esposa.
El director y guionista, se ha planteado aquí el retrato de una mujer y al mismo tiempo el de una gran ciudad.
Una mujer casada, con una hija de 15 años, que se siente segura, con un marido que es un prestigioso ejecutivo que la quiere, un trabajo en una Galería de Arte, que le gusta, y unas amigas con las que conversa sobre los problemas que tienen los demás pero que no les afectan a ellas.
Pero todo cambia el día en que su marido le confiesa que vive con otra mujer.
A partir de ahí se plantea su problema: la soledad, cómo hacer frente a ella y cómo solucionarla.
Hay varios caminos, pero no todos ellos son buenos.
La seguridad que tenía en su matrimonio en sí misma se derrumba, se viene abajo, todo su sacrificio se desploma.
La resignación, la esperanza, el olvido, la desesperación, el drama, el vacío.
Le cuesta trabajo rehacerse, a pesar de consultar con una psiquiatra.
El tiempo va curando las heridas y el encuentro con otro hombre resulta como un bálsamo restañador.
La vida comienza a cobrar nuevos horizontes.
La vuelta de su antiguo marido, desengañado y abandonado por su amiguita, le vuelve a dar un nuevo golpe, pero sigue adelante.
No obstante tendrá que ir haciéndose a la idea de que en adelante tendrá que combatir sola su soledad.
La película es un notable retrato femenino no sólo ya por la persona protagonista, sino también apoyado en sus amigas con las que charla periódicamente o en el de la hija, representante de una nueva generación, que afrontará los problemas de una manera diferente, con otra moral y con otro ánimo.
Y al mismo tiempo es también el retrato de una ciudad, de una forma de vida, de una sociedad, en la que parece que es necesario tener siempre encendida la televisión porque hace compañía y combate la soledad de una clase social, a la que pertenece la pareja protagonista, él un ejecutivo, ella en contacto con el arte a través de la galería.
El personaje de Jill Clayburgh es un auténtico bombón para cualquier actriz que ella sabe sacar adelante con gran destreza.
Posiblemente el premio en Cannes sea justo, máxime cuando al parecer tenía una gran competencia con las actrices presentadas.
Paul Mazursky, conocedor bien de la dirección de actores, como lo demostró en 'Harry y Tonto' (1974) con el que Art Cartney consiguió el Oscar por ese trabajo, se apoya hora en ellos, en los que confía y no le fallan, no les defraudan, quizás con la sola excepción de Alan Bates que se deja llevar por algunos tics.
El film posee unos buenos diálogos, con algunos metros de más que le hacen tener algún pequeño bache de interés, pero son leves defectos ante una gran cantidad de virtudes, como por ejemplo la buena fotografía de Arthur Ornitz y su espléndida banda sonora de Bill Conty.
Cinta de indudable interés que trata un tema para meditar, que está de moda en estos momentos en todos los países en los que existe la posibilidad del divorcio y que al mismo tiempo tiene una gran calidad en sus imágenes desde el punto de vista artístico.
Premio Bodil a la mejot película no europea. Mejor actriz Jill Clayburgh en Cannes. Mejor guion para los críticos de Los Angeles. Premio NBR. Premio al mejor guion de los críticos americanos y de los de Nueva York. Nominadas al Oscar y a los Globos de oro el film, el guion y Jill Clayburgh.
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