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CRITICA
Por: PACO CASADO
El veterano director Otto Preminger es uno de los grandes de Hollywood, que puede presumir de tener en su filmografía bastantes títulos de calidad artística, muchos de ellos de gran espectáculo, cargados de grandes actores en sus repartos, que además fueron notables éxitos de cara a las taquillas.
Tiene en su haber películas policíacas, caso de 'Laura' (1944) y dramas íntimos, pero también posee adaptaciones de grandes novelas como ocurrió con 'Éxodo' (1960) a las que suele dar un carácter espectacular, con gran presupuesto, larga lista de estrellas y amplio metraje.
Todos esos aspectos se han querido introducir en Rosebud, cosa que daña en parte la obra y su logro.
Son muchas las acciones que se llevan a cabo y no siempre están claras en el guion.
Un agente de la CIA y a la vez corresponsal periodístico es encargado del rescate de cinco jovencitas secuestradas en el yate Rosebud, durante el crucero de placer que realizan, por los comandos suicidas pertenecientes a la organización Septiembre Negro.
Esta organización amenaza al mundo con ir matándolas una a una, si no se cumplen las condiciones que han impuesto los terroristas.
De esta forma la política entra a formar parte de la intriga en esta acción, complicada de resolver en su desarrollo por la gran cantidad de personajes y las relaciones que se producen en el desarrollo de estos hechos delictivos.
Todo se centra en el rapto por ese comando de Septiembre Negro, y las cinco chicas que hacen ese crucero de placer en el yate Rosebud, lo que aprovechan los terroristas, al pertenecer a familias destacadas de diversos países, para influir en la opinión pública, a través de la televisión, amenazando con la muerte de sus rehenes.
El embrollo es demasiado grande y complicado como para resolverlo por métodos tan poco convincentes, aunque estén espectacularmente ideados y puestos en escena.
La acción está llevada a buen puerto por la habilidad realizadora del director Otto Preminger a través del guion que ha escrito su propio hijo Erik Lee Preminger.
Peter O'Toole no da la medida del aventurero, periodista y agente de la CIA.
El resultado termina siendo una obra aceptable de un director que tiene mejores títulos en su importante filmografía y que con este film parece haber entrado en horas bajas.
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