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CRITICA
Por: PACO CASADO
El irregular director Daniel Mann, ha elegido un buen tema para ser llevado a la pantalla, no exento de originalidad, basándose en la novela de Stephen Gilbert.
Su argumento tenía un gran número de posibilidades para haberse logrado una magistral película, pero es una pena que no se le haya conseguido sacar todas las posibilidades que él encerraba.
Citamos, no obstante en su descargo, el hecho de que la cinta haya sido aligerada en algunas escenas al parecer excesivamente tremendistas y llenas de crueldad suprimidas por la censura española.
Pero aún así y teniendo en cuenta lo que se ha hecho que no deja de tener cierto interés no se le ha sacado todo el partido debido.
La película queda un poco fría, y basa todo su suspense en el constante y progresivo nerviosismo mezclado con la repugnancia y el asco que provocan los animalitos.
En muchos momentos nos recordó a "Los pájaros", del gran maestro del suspense Alfred Hitchcock, quien logró con este film y un tema en cierto modo parecido una obra realmente maestra, estando mejor dosificado el interés y conducido el film con mayor profundidad y maestría absoluta.
Mann tiene a su favor el tipo de animal elegido, más dado al terror que los inofensivos e inocentes pájaros, pero aún así lo conseguido es inferior con mucho.
QUé gran film si hubiera caído en las manos de Hitchcock. Pero la cinta que nos toca comentar es "La revolución de las ratas" y no "Los pájaros".
Daniel Mann hga tratado el tema con gran sencillez, quizás excesiva y olvidándose un poco de profundizar más en los personajes y no tratarlos con tanto simplismo y tosquedad en ocasiones. En su lugar ha querido obtener un resultado más brillante y quizás por ello haya sido menos eficaz.
De todas formas la película se deja ver con facilidad ya que está realizada con corección por este notable artesano del cine americano que es Daniel Mann, consiguiendo una pinta al menos interesante.
Un capítulo importante toca aquí el realizador de efectos especiales gracias al cual se logran efectos realmente sorprendentes con los animalitos, a lo que colabora eficazmente la notable fotografía y exacto colorido.
Destaquemos también la interpretación acertada de dos veteranos actores del cine americano como son Ernest Borgnine y Elsa Lanchester quien, cosa curiosa, emplea en este film un artefacto semejante, un ascensor individual para paralíticos para subir las escaleras de la casa, al que empleara su fallecido marido Charles Laughton en el film de Billy Wilder "Testigo de cargo".
Junto a ellos la joven revelación del actor Bruce Davison que cumple bien su desagradable y repulsivo papel.
De la película se puede sacar una buena consecuencia moral. El abuso del poder siempre trae malas consecuencias y en esta ocasión son las propias ratas las que se encargan de hacer justicia a la cruel y sádica venganza llevada a cabo por el protagonista, lo que no deja de ser una curiosa parábola, fuera ya de toda humanización, si se sabe interpretar adecuadamente.
Aquí es donde encontramos el desequilibrio del film a nuestro entender y la falta de profundidad a que aludíamos antes.
Creemos pues que posiblemente está un poco, precipitado su final en el cual se podróa haber abundado un poco más, cosa que se ha eludido en pro de un efectismo y britantez más lucido.
Cinta pues interesante popr cuanto apunta y deja entrever, por lo que se ha logrado y por la originalidad de su tema que no es poco en el cine de hoy día tan lleno de repeticiones y falsas muletillas.
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