|
CRITICA
Por: PACO CASADO
Norman Jewison es un director joven del que hemos visto varias muestras de su cine y forma de hacer en nuestras pantallas. Su cine tiene una calidad bastante aceptable y a veces alcanza gran altura.
Aunque casi siempre le hemos visto en el género de la comedia, en ésta de corte más dramático hay que decir que se desenvuelve también con soltura y sencillez.
Porque la película está concebida con un esquema simple, sencillo, en en que el interés se va dosificando progresivamente hasta llegar a la partida final.
Los primeros metros de la cinta nos sirven claramente para dejar suficientemente matizados a los protagonistas, para en la segunda parte jugar con ellos a placer.
"El rey del juego" es una película para jugadores,. en la que también se sienten interesados e imbuidos en la acción un espectador normal que no sea aficionado a las cartas porque el director así se lo propone y consigue, pero que disfruta mucho más el que entiende de estos divertimentos o pasatiempos que pueden llegar a ser un oficio o profesión cuando se llega al dominio del juego, aunque éste y los propósitos de quienes así lo eligen no sea muy digno.
La película se deja ver con agrado gracias a una dirección bastante nueva, a una interpretación de los dos protagonistas masculinos muy interesante, aunque no sea seguida en la misma línea por Ann-Margret que cubre un papel que le va bien porque lo único que tiene que hacer es figurar.
En cambio es notable la intervención de Karl Malden y de la veterana Joan Blondell en sus cortos papeles.
Buen color y música.
En el aspecto moral, el ambiente de vicio en que se desenvuelve la cinta es peligroso porque a un espectador poco preparado puede arrastrarlo fácilmente por estos cauces peligrosos. A esto hay que añadir las licensiosas costumbres de los protagonistas y los abundantes defectos de forma que la hacen que se reserve a personas de una sólda formación.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
BANDA SONORA
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE