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CRITICA
Por: PACO CASADO
La juventud hoy día no lo tiene fácil para casi nada, entre otras cosas para encontrar trabajo e independizarse.
Eso parece que le ha ocurrido a Jorge Iglesias, que ha tenido que estar cuatro años para hallar quien le produzca su primer largometraje en el que trata precisamente de reflejar eso, un retrato de la juventud de la década de los años 90, que no difiere de la actual.
Lo hace a través de dos chicos que buscan piso en Madrid para estudiar y preparar oposiciones, respectivamente, cuando se les ocurre la idea de okupar el de una tía de uno de ellos.
Y para sacar algunas pelas toman varios inquilinos más.
El caos que se forma con las vivencias de este grupo de gente joven que va a lo suyo, no friegan, no limpian el aseo, le dan al porro, etc. recuerda en algunos aspectos a 'Trainspotting' (1996), aunque en este caso esté ambientada la historia en el Madrid castizo y todo sea contemplado a través del prisma de la comedia.
Es un reflejo de lo difícil que es ser joven.
El opositor no da ni golpe, el que quiere vivir experiencias para ser escritor es un fracasado, la chica que estudia arte se lía con su profesor y ni por eso aprueba, etc. y la atmósfera se va degradando, poco a poco.
El guion es bastante flojo y parcial, con una visión muy convencional, en el retrato de estos chicos veinteañeros.
Los jóvenes actores, la mayoría sin experiencia o salidos de Al salir de clase, se defienden como pueden.
Otra vez será.
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