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CRITICA
Por: PACO CASADO
Esta película fue presentada en el año de su producción 1961, en el Festival de Mar del Plata, y naturalmente pasó desapercibida, aunque ya hubo algunos críticos que se dieron cuenta de que en Michel Deville había al menos inteligencia.
Es esta una de sus primeras cintas.
La película tiene un cierto aire teatral, ya que transcurre casi toda ella en un solo escenario, el living de una gran casa, en la que se reúne un grupo de personas interesadas en el teatro.
Pero es esto tan solo una excusa para plantearnos los amores de algunas de las parejas que allí concurran.
A pesar de ello Michel Deville pone suficiente carne en el asador como para que nos olvidemos de este defecto.
Es más achacable el hecho de que durante una buena parte del film pierde, se encuentra desorientado y hasta tanto no ha transcurrido una buena cantidad de metros no sabemos sque es lo que se pretende contarnos.
Como apuntabamos antes Deville mueve la cámara con una gran inteligencia, y lo que no tiene en decorados naturales lo sustituye con unos movimientos ágiles de la misma, con una búsqueda constante del encuadre más perfecto y hasta llega en momentos a darnos simultáneamente la acción de cada una de las parejas.
Aquí podemos ver algo de lo que será posteriormente el Deville de "Eddie el gangster", por ejemplo, y precisamente en el género que más le va, la comedia.
Pero hemos de reconocer que en esta película el joven realizador francés aún no está maduro del todo.
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