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CRITICA
Por: PACO CASADO
Esta es la historia de un profesor que se ha llevado casi toda su vida dando clases de filosofía política en la Universidad de Buenos Aires, llamada popularmente PUAN, como la parada de metro más cercana.
Un día el titular de la cátedra, el profesor Caselli, fallece de manera inesperada y Marcelo Pena, profesor al que hacíamos referencia, compañero y amigo, sueña con que será él el elegido para ocupar como titular dicha cátedra.
Pero en esos momentos regresa de Alemania Rafael Sujarchuk, un joven y carismático profesor, de la misma asignatura que él, que viene con una aureola de gran prestigio y que al parecer, tras estar unos años fuera, añora su tierra y desea quedarse, por lo que, lógicamente, desea participar en el concurso para obtener esa plaza y quedarse con la cátedra.
Esto le anima a Marcelo opositar apoyado por su esposa y su propio hijo adolescente que le ayuda a buscar los documentos necesarios para presentarse.
El argumento y guion de esta historia está escrito por María Alché y Benjamin Naishtat, que son los mismos que se han encargado de dirigir esta producción.
Benjamín Naishtat procede del campo de la edición tras lo cual decidió pasarse a la dirección y después realizar varios cortos lleva ya realizados cinco títulos contando con este que comentamos que comparte con María Alché para la supone el segundo largometraje de su filmografía.
La historia es bastante plana, sin momentos de emoción que eleven el interés de la narración que se compone de todas las peripecias que vive Marcelo Pena, que se tiene que dedicar a dar clases particulares de filosofía a una señora millonaria de más de ochenta años que está muy interesada en la materia pero que la pobre no entiende nada de lo que éste le explica y termina por dormirse, lo que constituye algunos de los momentos divertidos, como cuando Marcelo se sienta sobre un pañal de bebé que acaba de defecar y las situaciones embarazosas en que se encuentra.
Marcelo demuestra ser un gran maestro pero un inútil en la vida.
Por otra parte el tema elegido, como es la asignatura de filosofía, da origen a algunas citas de los filósofos más importantes de todos los tiempos, Sócrates, Espinoza, Parménides, Heráclito, Kant, Platón, se citan en sus lecciones, pero no creemos que sea el más adecuado para hacer una cinta de aceptación popular.
A Marcelo le ofrecen dar una conferencia en Bolivia que iba a pronunciar su maestro fallecido, pero está muy ocupado en procurarse la cátedra y para colmo el ministerio lleva varios meses que no paga a los profesores, por lo que acaban ocupando las calles, etc.
El film tiene un buen trabajo de Marcelo Subiotto en el personaje de Marcelo Pena, al que le viene muy bien el apellido, mientras que Leonardo Sbaraglia, como Rafael Sujarchuk, su opositor, permanece más en un segundo plano.
La conjunta dirección no es capaz de elevar el ritmo de esta comedia con algunos tintes dramáticos y de crítica social, aunque la realización cumple con lo necesario para que no sucumba.
Premio al mejor guion y a la mejor interpretación protagonista. Nominada al Goya a la mejor película Iberoamericana.
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