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CRITICA
Por: PACO CASADO
'Amenaza en la sombra' (1975) se hizo famosa por el escándalo que provoco en el público, una escena amorosa entre la pareja protagonista, lo que motivó unas declaraciones en las que se justificaban tanto Julie Christie como Donald Sutherland.
La censura le suprimió dicha escena, lo que no altera para nada el argumento, y ahora nos llega a las carteleras españolas, realizada por el experto fotógrafo, convertido en director, Nichoas Roeg, escogiendo para ello esta producción tan difícil como original.
Un matrimonio viaja a Venecia tras el reciente fallecimiento de su hija pequeña, para que el marido, de profesión arquitecto, realice unas obras.
Allí se encuentra con dos hermanas ancianas una de las cuales tiene contacto con el más allá.
Basándose en esta historia extraída de la novela escrita por Daphne du Maurier, Not after midnight, Nicholas Roeg ha realizado esta película ciertamente curiosa y original en la que se juega en todo momento con la premonición, con el presentimiento, con la visión del futuro de algunas personas videntes.
El tema en sí es apasionante y hace que el espectador esté durante toda la proyección sometido a un constante suspense.
No obstante pensamos que de haber tenido un guion un poco más clarificador y una dirección de un realizador más veterano, con más oficio e inteligencia, este film hubiera resultado más redondo del resultado que por fin se ha obtenido.
Nicholas Roeg ha querido jugar con un cine ciertamente novedoso y creemos que por ahí se le ha ido un poco la fuerza que la cinta lleva dentro.
En cambio en el capítulo de los actores los maneja bien, aunque no hay que perder de vista que tenía en sus manos a dos grandes figuras del cine como indudablemente lo son Julie Christie y Donald Sutherland.
Por otra parte esta producción posee unas bellísimas imágenes de la ciudad de Venecia, en la que se crea un ambiente y una atmósfera estupenda valiéndose de sus escenarios urbanos que son fotogénicos cien por cien a lo que le ha sacado un notable partido la fotografía de Anthony B. Richmond, haciendo que al mismo tiempo el argumento sea aún más inquietante.
El director, para este su tercer título, escoge la línea del terror en lo cotidiano, la ambigüedad en las maneras de actuar, con escenas ambivalentes que pueden tomarse en varios sentidos e incluso personajes que pueden tener diversas interpretaciones.
La narración toma la muerte de la hija pequeña como punto de partida en la trayectoria de la protagonista y va desarrollando un argumento al inicio con algo de confusión pero después se afirma hasta llegar al final.
La película puede ser discutida y ha llegado a las salas quizás en el momento más oportuno, en el que se habla de parasicología y otros temas referentes al asunto que toca el argumento.
Premio Bafta a la mejor fotografía de Anthony B. Richmond.
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