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CRITICA
Por: PACO CASADO
Tras tener su premier mundial en la sección Una cierta mirada, del pasado Festival de cine de Cannes, llega a las carteleras españolas 'Rosalie' (2023), dirigida por Stépnaie di Giusto.
La historia se desarrolla en la Francia de 1870 en una pequeña población y lo que cuenta es la vida de Rosalie, una mujer libre que padece un trastorno de hirsutismo, lo que le hace ser distinta de las demás.
Su padre decide que se case con Abel, el dueño de una taberna, que está cargado de deudas, que acepta por su dote.
El relato comienza con la entrega de Rosalie por parte del padre a Abel, su futuro marido, para contraer un matrimonio concertado, sin previo consentimiento por parte de ella y sin conocerse con anterioridad.
Cuando llega la noche de bodas, Rosalie es rechazada de plano por Abel, al sentirse éste engañado, ya que no sabia de la extraña enfermedad tan especial de la novia.
A partir de ahí Rosalie debe enfrentarse a la sociedad y hacer frente a sus prejuicios, ya que ella lo único que desea es tener hijos, vivir felizmente amando a sus pequeños y ser querida por su marido.
El pueblo está regido de alguna manera por el potentado y rico Barcelin, que es el dueño de la fábrica donde trabaja la mayoría de los hombres del lugar.
De vez en cuando organiza batidas de caza para matar ciervos, cuyas cabezas son disecadas por Abel, que posee la única taberna del pueblo, donde Barcelin tiene prohibido a sus empleados beber alcohol, por lo que el negocio va mal y la deuda que tiene contraída con él con Barcelin, en parte, es pagada con la dote que ha recibido del padre de Rosalie.
Pasado un poco el tiempo Rosalie decide exponer su defecto ante los ciudadanos tras ganar una apuesta contra uno de ellos y a partir de ahí la taberna empieza a ser más visitada por verla a ella comenzando a prosperar y Abel va aceptando, de alguna manera, la compañía de Rosalie, pero la felicidad no será completa...
La dirección de este drama de época, poco convencional, corre a cargo de la cineasta francesa Stephanie di Giusto que ya nos ofreció con anterioridad su película 'La bailarina' (2026), que hace con este su segundo largometraje, del que también hizo el guion en colaboración con Romain Climplingt, basándose libremente en la historia real de Clementine Delait, una mujer que se hizo famosa en el Siglo XX.
Por su parte la interpretación principal recae en Nadia Tereszkiewicz que encarna el papel de Rosalie, que hace realmente simpático con encanto y gracia a su personaje a pesar de su extraña cualidad física.
La historia está un poco alargada, con escenas que se podían haber suprimido perfectamente sin que afectara a la totalidad del argumento, ya que una vez descubierto lo que origina el suspense, la narración resulta algo plana, sin que suceda nada realmente destacable que haga subir el interés del espectador.
Premio a la mejor actriz para Nadia Tereszkiewicz en el festival francófono de Angoulema.
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