|
CRITICA
Por: PACO CASADO
La dificultad que tenía pasar una serie de dibujos animados a personajes reales se solventó de forma aceptable en la primera película, hecha en 1994, aunque los personajes no tuvieran la elasticidad de los dibujos, pero sí un parecido físico bastante interesante.
Eso unido a los decorados, efectos especiales, chistes y situaciones divertidas, hicieron que triunfara y que provocara una segunda parte.
En realidad es más bien una primera, ya que la historia se anticipa diez años, al momento en que conocen Pedro y Pablo a Betty y Vilma, cuando ésta, que pertenece a una adinerada familia quiere casarla con Chip Rockefeller, ha huido de casa y tropieza con Betty en un Bedrock King, donde trabaja de camarera.
Todo se resuelve en una visita a Rock Vega y el consiguiente casamiento final. Con ello no desvelamos nada que todos no sepan.
Lo que en la primera eran aciertos aquí se tornan en torpezas y desafueros, comenzando por un guión bastante soso, sin gracia en los chistes y situaciones.
Continúa en los protagonistas de la historia cuyos actores no tienen el parecido físico ni la desenvoltura de los primeros.
Tampoco los efectos especiales, a pesar de ser tres veces más que en aquella, causan el efecto deseado ni el apetecido impacto en el público.
Brian Levant, con ser el mismo que dirigió la primera parte, no logra el ritmo necesario para levantar el film.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
BANDA SONORA
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE