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CRITICA
Por: PACO CASADO
Para su sexto largometraje el salmantino Antonio Hernández ha elegido una historia casi autobiográfica que transforma en un drama familiar con tintes de thriller.
El patriarca de un imperio farmacéutico reúne en torno a su cama a su familia a punto de ser operado a vida o muerte. Los hijos y la madre hablan del testamento y de cómo quedarán las cosas, pero el más pequeño observa que tira las pastillas y se hace cómplice de su locura y de su secreto que tratará de averiguar a toda costa, lo que le lleva a descubrir interesantes cosas de su pasado y a conocer mejor a su padre y a su madre.
A través de un buen guión que comienza como un drama familiar para convertirse en un thriller, vamos desentrañando el interior de cada uno de los personajes, sus relaciones con la familia y entre ellos, en una progresión que resulta cada vez más interesante hasta llegar al sorprendente final.
El film tarda un poco en arrancar, se estanca al comienzo hasta que ya conocemos a cada uno de los personajes y se decide abiertamente a desvelar los secretos.
Una estupenda interpretación de Fernán Gómez con perfecta réplica de Leonardo Sbaraglia, destacando la exquisita sensibilidad de Ana Fernández o la explosión de Adriana Ozores, bien dirigidos por Antonio Hernández.
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