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CRITICA
Por: PACO CASADO
En el cine norteamericano, de un tiempo a esta parte, se han puesto de moda las segundas partes de las películas que tienen gran éxito.
Esta es la forma de prolongar un film que ha tenido la aceptación del gran público, o lo que es lo mismo, la manera de exprimir más un limón al que aún le queda zumo.
Así por ejemplo ha sucedido con 'Tiburón' al que ha siguió 'Tiburón II', 'Rocky', que ha tenido continuación en 'Rocky II' y hasta una tercera parte en 'Rocky III'.
Pero de buenas s primeras se hace una segunda parte y no se le pone el mismo título con el número correspondiente detrás, sin que tenga una explicación más o menos lógica como ocurre con la cinta que nos ocupa.
No hace mucho vimos una película titulada 'Duro de pelar '(1978).
Esta es la continuación de 'Duro de pelar' (1978) aunque se le ha puesto 'La gran pelea' (1980), cuando hasta en los títulos de crédito se dice que se basa en los caracteres creados por el mismo autor de aquel film que interpretaba Clint Eastwood en ambas.
Y si no recuerdan mal, en aquel también había un chimpancé y su amo, que era mecánico, se ganaba la vida peleando cuando no había coches que arreglar.
Tenía un amigo que le acompañaba, una madre a la que llama Ma, y una novia, etc.
Pues bien, con esos personajes continúa de nuevo la aventura.
Un promotor de peleas ilegales lo quiere enfrentar a un famoso y duro matón.
Los suyos se oponen, pero el gángster se empecina en ello.
Toda la trama está dirigida a un final más o menos previsto casi desde el inicio, aunque por medio se interponen unas escenas cómicas, otras amorosas y algunas canciones country para llegar a buen término.
Clint Eastwood es un actor que continúa con un buen poder de convocatoria, ya sea interpretando o dirigiendo, que tampoco lo hace mal.
La película se deja ver aunque no busca otra cosa más que el esparcimiento y la diversión del espectador.
Premio de la Academia de Country a la mejor música.
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