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CRITICA
Por: PACO CASADO
Dentro de la sección de Las nuevas olas, se pasó en el Festival de cine europeo de Sevilla la película española 'On the Go' (2023), dirigida por Julia de Castro y María G. Royo, que ahora se estrena en el resto de España.
Se trata de una road movie, cuya acción se sitúa en Andalucía, que revisita la maternidad tardía, resultando ser una de las producciones más incomprendidas del actual cine español.
La acción se desarrolla en Andalucía en el año 2022.
Cuenta la historia de la actriz y cantante Milagros, que duda si acudir a una clínica de inseminación artificial para ser madre soltera, lo que podría cambiar su vida, mientras los últimos años de su juventud y de fertilidad.
En un momento determinado se cruza camino de Sevilla en el coche de su padre con pintorescos personajes que le hacen reflexionar sobre lo que desea realmente, con la arrogancia propia de la juventud sin preocuparse por el futuro.
Entre ellos está el incalificable Jonathan un amigo de toda la vida, en el que encuentra consuelo para superar los problemas de abandono, y una sirena que es todo un sex simbol que tan sólo habla inglés.
Su camino se va a transformar en una especie de viaje de iniciación realmente inesperado, repleto por otra parte de figuras míticas y terrenales que la guían para poder completar su misión, que no es otra que encontrar su ideal.
Ser o no ser madre, esa es la cuestión.
Milagros es una mujer que tiene ya 37 años y estira su juventud aprovechando sus últimos años de posible fertilidad sexual, algo por lo que está realmente preocupada, mientras que por su parte Jonathan de 24, busca consuelo Grindr, en su intento de poder abandonar sus adicciones, en un momento en el que tiene un encuentro con ese amor de su infancia.
La carretera y la amistad alivian la desorientación provocada por la engañosa libertad en esta road movie en la que un poder mágico guiará el viajes de los protagonistas.
Se trata del primer largometraje que realiza la directora venezolana Maria Gisèle Royo en compañía de la española Julia de Castro, una mujer que se manifiesta mediante la literatura, la música, el teatro y ahora también el cine, que no tiene inconveniente en expresar sus ideas sobre el sexo desde un punto de vista femenino sin limitaciones.
Por su parte la directora venezolana es la compañera en esta ocasión en este trabajo fílmico, a pesar de tener personalidades tan distintas, que han conseguido mediante el respeto mutuo para confeccionar un mundo surrealista y loco con personajes muy diferentes entre sí.
En el film se dan cita la narrativa del viaje con una especie de realismo mágico junto con algunas notas sobre el mundo actual en el que se enclavan los problemas de los dos protagonistas Milagros con sus dudas sobre la maternidad y Jonathan que trata de paliar su soledad, con citas a través de las redes sociales.
Las directoras componen un relato a base de situaciones absurdas, un poco de humor y algo de nostalgia.
Esta producción está filmada en el formato de 16 milímetros, con resultado abierto al descubrimiento.
La historia está sembrada por el baile y las canciones, incluido el flamenco, en una road movie totalmente improvisada en la que aparecen temas como el amor y la amistad.
Mención espacial del jurado joven en el Festival de Locarno.
Mejor film y dirección en el Festival de Gijón. Mención especial en la Semana de cine de Valladolid. Premio del jurado en los Chéries-Chéris.
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