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CRITICA
Por: PACO CASADO
La capacidad de autocrítica del cine de Hollywood, se pone, una vez más, de manifiesto en 'Ruckus El alborotador' (1980) sin maniqueismos.
El ciudadano norteamericano es pacífico, pero también tiene sus costumbres y manías.
Aún le queda en la sangre la vieja costumbre de tomarse la justicia por su mano, y si es preciso linchar a un hombre, no duda en hacerlo.
El protagonista de esta película, Kyle Hanson, es un veterano excombatiente de la guerra de Vietnam que llega a un pequeño pueblo.
Su mala presencia, sucio y desarrapado, molesta a los honrados habitantes.
Los matones del lugar lo acosan, pero él se defiende utilizando sus habilidades adquiridas en la guerra.
Pronto quieren indagar sobre su procedencia, interrogan al recién llegado y desencadenan una persecución policial a gran escala.
La habilidad de combate de éste hace que supere al pelotón de torpes que es capitaneado por el sheriff primero y por su ayudante después, logrando ponerlos en un auténtico ridículo.
Únicamente Jenny Bellows, una chica cuyo marido fue declarado desaparecido en acción de combate en Vietmam, está dispouesta a ayudarle.
El film tiene cierta semejanza con 'La jauría humana' (1966) en el comienzo de la historia, aunque el desarrollo y las motivaciones sean muy distintas.
Lo mismo podemos decir de su calidad cinematográfica en lo que no admite la más mínima comparación.
Max Kleven no es Arthur Penn, ni tampoco cuenta con un guion de la misma calidad, tan profundo y perfecto.
La cinta se queda en la superficie, sin profundizar, pretendiendo, tal vez, tan sólo un producto de aventuras que resulte divertido.
Fácilmente se puede decir que es una película de serie B, sin muchas pretensiones, por lo que en cierto modo logra su objetivo con una cierta dignidad, aunque también cayendo en varios tópicos y convencionalismos propios del género al que pertenece e incluso algunos resultan bastante infantiles.
Max Kleven que comenzó como especialista, pasó después a ayudante de dirección, construye desde el guion y luego en la dirección con dinamismo en cada una de la secuencias, para que no decaiga el ritmo y el interés para el espectador que gusta de esta clase de cine aventurero.
Tiene a su disposición varios actores característicos del cine norteamericano y algunos veteranos que apoyan a la pareja protagonista en su quehacer del que salen airosos.
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