|
CRITICA
Por: PACO CASADO
Cada vez que se nos anuncia un remake de una película clásica nos echamos a temblar, ya que por lo general no suelen superar al original.
En esta ocasión el film versionado es El mensajero del miedo que en 1962 dirigió John Frankenheimer, protagonizado por Frank Sinatra, Lawrence Harvey y Angela Lansbury, que fue retirado un año después de su estreno tras la muerte de Kennedy.
La nueva versión se basa tanto en la estupenda novela que escribió Richard Condon en 1962 como en el guión que sobre la misma hizo George Axelrod.
Lo que se ha hecho ahora es actualizarlo discretamente ya que algunas de las cosas que se tocaban entonces no tienen mucho sentido actualmente, como era el miedo a la posible infiltración del comunismo, todo el tema del macartismo que perseguía a cualquier sospechoso de ser del partido comunista y los lavados de cerebros de los soldados prisioneros de la guerra de Corea al volver a casa.
En esta ocasión se sitúa en la Guerra del Golfo, que nos queda más cerca, el riesgo del holocausto nuclear y el comunismo han sido sustituidos por la amenaza terrorista y lo que supone que determinadas multinacionales tengan cada vez más poder e influencia sobre los gobiernos, siendo las beneficiarias con las guerras que éstos provocan.
Algunos personajes han sido eliminados, el lavado de cerebro sustituido por los chips y se ha ido más directamente al grano. La justificación del título original, The Manchurian Candidate, que allí hacía referencia a esa región geográfica entre Japón y Mongolia, aquí se convierte en la multinacional Manchurian Corporation.
El sargento Raymond Show regresa de la Guerra del Golfo convertido en un héroe al haber salvado a una patrulla de una emboscada y se le concede la Medalla de Honor del Congreso, iniciando una carrera hacia la presidencia de la Casa Blanca, manejado por su manipuladora madre, la senadora Eleanor Prentiss Shaw, sin ningún escrúpulo.
Al cabo del tiempo el comandante Bennett Marco tiene pesadillas y comienza a sospechar que lo que se ha dicho no fue verdad.
En esta ocasión se ha hecho un aceptable adecentamiento del guión original, se han cambiado algunas acciones y se ha transformado el suspense del thriller de política ficción que era el primero por la manipulación política en este segundo, aunque en algún momento resulte algo crítico y confuso, debido a lo complejo de su argumento.
Jonathan Demme vuelve a recobrar el pulso directivo con la suerte de tener un buen reparto equiparable en los logros de Denzel Washington con Frank Sinatra, Liev Schreiber con el frío Lawrence Harvey y la excelente Meryl Streep con la no menos magnífica labor de la malvada Angela Lansbury, para lograr un aceptable thriller, aunque no llegue a la altura del de John Frankenheimer.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
CLIPS
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE