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CRITICA
Por: PACO CASADO
Tras pasar por la Mostra de cine de Venecia, 'En tierra de santos y pecadores' (2023), dirigida por Robert Lorenz, resultó ser una de las producciones preferidas por el público asistente.
En una perdida aldea costera de Irlanda del Norte, en el condado de Donegal, lejos de la violencia que se extiende por todo el país, vive Finbar Murphy, un hombre viudo, que desea dejar atrás su oscuro pasado mientras busca tener una existencia tranquila y encontrar la redención de sus muchos pecados.
Únicamente tiene relación con el policía Vincent y una vieja vecina y amiga, Rita, que le hace dulces y le informa sobre la siembra que quiere hacer en su jardín, que no conocen su trabajo.
Es un veterano, acostumbrado a matar en las acciones bélicas vividas durante la Segunda Guerra Mundial, que continua ganándose la vida haciendo de sicario ejecutor de delincuentes a los que cada vez que mata y entierra, siembra un árbol en su tumba y lleva ya bastantes de ellos.
La acción transcurre durante 1974, son los años de la lucha del IRA por la independencia de Irlanda, en la que cuatro personas componentes de un grupo terrorista, se han instalado allí tras huir después de realizar un atentado con bomba en Belfast, en el que murieron unos chiquillos que pasaban por allí, que no lo pudieron evitar.
El grupo terrorista está capitaneado por Doireann McCann, una despiadada mujer, con su hermano y dos componentes más, que pretenden pasar desapercibidos, hasta que el hecho se olvide.
Ellos dos tienen familia en el pueblo y el hermano maltrata con frecuencia a Moya, su sobrina, que tiene amistad con Finbar, a la que aprecia mucho, y cuando éste lo descubre, a pesar de ya haber decidido retirarse, no tiene reparos en matarlo y evitarle ese sufrimiento a la pequeña y a su madre soltera.
A partir de ese momento Finbar se ve metido en un peligroso juego que le obligará a mantener su identidad oculta o defender a sus amigos y vecinos.
Esto provoca que la hermana, que lo echa en falta, trata de descubrir quién se lo ha cargado.
Finbar se ve obligado a luchar por la redención después de una vida de pecados, pero ¿cual es el precio que estaría dispuesto a pagar?.
'En la tierra de santos y pecadores', algunos pecados no pueden enterrarse.
Esta película posee un guion de Mark Michael McNally y Terry Loane en el que se combinan muy bien las distintas líneas de la narración, a base de un montaje clarificador y una dirección del norteamericano, nacido en Chicago, Robert Lorenz, llevada de manera cuidada, con eficacia, que hace con este su tercer largometraje, siendo conocido del público español por sus anteriores títulos 'Golpe de efecto' (2012), que fue el de su debut, y 'El protector' (2021) con Liam Neeson, que denotan que es un experto realizador en cine de acción y así lo demuestra, una vez más, en este nuevo film, En tierra de santos y pecadores (2023), en el que repite por segunda vez con Liam Neeson.
El protagonismo recae en este actor, que vuelve a su Irlanda natal a sus 71 años, habituado a esta clase de cine violento, que hace aquí un personaje muy maduro, sensato y responsable de sus actos, aunque éstos conllevan la violencia y la muerte, haciendo justicia con ellos, en una de las mejores actuaciones que le hemos visto últimamente.
Está respaldado por veteranos irlandeses como Ciaran Hinds, Colm Meaney y Niamh Cusack, entre otros.
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