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CRITICA
Por: PACO CASADO
Estamos de acuerdo en que una comedia de sentimientos es mucho más difícil que aquella que se propone hacer reír a costa de cualquier cosa.
Esta que comentamos, 'Grandes ocasiones' (1997), es una buena demostración de lo que decimos y de la mala suerte que tiene Felipe Vega que a pesar de haber intentado ya el género de la comedia con Un paraguas para tres (1992), que no llegamos a ver, tampoco en esta ocasión le ha salido el producto que hubiera deseado.
Antonio es un guionista de series de televisión, que ha decidido separarse de su esposa, Ana, con quien tiene tres hijos, después de tantos años de matrimonio.
Basada en la obra teatral Special Occassions, de Bernard Slade, por más esfuerzo que han hecho los guionistas por disimularla, hay muchas ocasiones que los actores no se han olvidado de ello, e incluso tal vez porque se hayan respetado demasiado los diálogos, y también debido a la puesta en escena que suena a teatro.
Por lo demás la risa no aparece por ningún lado o lo hace en muy contadas veces, al par que los constantes flash backs llenan de confusión al público y tampoco respetan mucho el tiempo transcurrido, ni los acontecimientos pasados.
El film se diluye demasiado entre la problemática de la pareja central, que decide separarse a los veinte años de matrimonio, y la de los tres hijos.
Los propios actores no acaban de creerse las situaciones creadas y esto se transmite fácilmente al espectador en detrimento de poder obtener unos mejores resultados.
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