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CRITICA
Por: PACO CASADO
Continua la moda de las segundas partes o continuación de la historia y 'Ator. El poderoso' (1982) no iba a ser menos, por lo que ya tenemos aquí el resto de la historia y su final.
En ésta se nos apunta que el héroe, tras haber resuelto los problemas que se le plantearon, en este relato, sigue su camino en busca de nuevas aventuras, por lo que no sería nada extraño que el próximo año se nos sorprenda con un nuevo capítulo en torno a este ya famoso personaje del cómic cinematográfico.
Si en la primera se nos daba a conocer los orígenes y primeras luchas de Ator contra sus enemigos que trataron de quitarles la vida desde el mismo día de su nacimiento, aquí ya lo encontramos como dueño y señor de sus dominios, pero una vez más es provocado por sus rivales a los que no tiene otra que enfrentarse, tras liberar a la hija de su maestro que conoce también algunos secretos de su padre y de su discípulo y ha de matar a Zoltan.
En medio de esta nueva aventura se hace un paréntesis en el que, en pocos minutos,se resume el comienzo de esta historia que se nos daba en la película anterior, para aquellos que no supieran de sus orígenes o no la hubieran visto.
El film está dirigido por Joe D'Amato con más torpeza que oficio del que pudimos contemplar recientemente 'Calígula 3, la historia jamás contada' (1982).
Los actores se comportan con arreglo a los esquemas superficiales de esta clase de cintas, únicamente aptas para la evasión y la fantasía del mundo que se nos presenta.
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