|
CRITICA
Por: PACO CASADO
No es fácil trasladar un texto teatral al cine cuando ha triunfado en la escena como lo hizo esta obra de Fernando Fernán Gómez, galardonada con el Premio Lope de Vega, triunfadora en los escenarios madrileños.
En el verano de 1936 estalla la Guerra Civil española.
En la ciudad de Madrid, la familia formada por don Luis, su esposa Dolores y sus hijos, Manolita y Luisito, comparten la cotidianidad del conflicto bélico con la criada y los vecinos de la finca.
A los problemas dados por la situación, se añaden los propios de la adolescencia de Luisito y de la juventud de Manolita.
Cuenta la historia de esta familia que vive en una casa de vecindad en vísperas de la guerra civil hasta la terminación de la misma.
Un padre que tira claramente a la izquierda, una madre que no entiende de política, una hija progre que le gusta el teatro y un hijo que ha suspendido en Física, que quiere una bicicleta para poder acompañar a su chica en verano, y además junto a estos personajes están los vecinos y cuanto conviven con ellos que se ven reflejados de una forma extraordinaria en esta obra que tal vez quiere abarcar demasiado, de ahí la larga duración de la obra escénica, unas tres horas, que han tenido que ser reducidas en el metraje para el cine.
No cabe duda de que los lenguajes son distintos y el cine tiene más capacidad de síntesis habiendo recogido, no obstante, todo el espíritu de la extensa obra.
Aún así deben faltar algunas escenas que se han suprimido a la hora de hacer el montaje, ya que en la segunda mitad avanza un poco a golpes, como si faltara algo.
En el otro platillo de la balanza tenemos que poner que tiene una espléndida reconstrucción del Madrid de la época, perfectamente ambientado por el oscarizado Gil Parrondo, una buena fotografía de Miguel Ángel Trujillo y una estupenda música de Francisco Guerrero, con inspirados temas de aquellos años.
Notable la dirección de Jaime Chavarri que hace que todos los actores rayen a gran altura, desde los personajes principales a los secundarios.
El guion de Lola Salvador creemos que ha recogido perfectamente la obra, e incluso se ha preocupado de sacar fuera algunas escenas para quitarle el tufillo a las tablas.
Una buena película con calidad en sus imágenes que merece la pena, que interesa a toda clase de espectadores, lo que une la fórmula mágica del cine norteamericano, de calidad artística y comercialidad, que no sólo ha estado costeada con 80 millones de presupuesto, sino también adecuadamente promocionada.
Premio al mejor actor para Agustín González en el Festival de Karlovy Vary. Premio ACE al mejor film, a Agustín González y a Carlos Tristancho.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
TRÁILER'S
BANDA SONORA
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE