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CRITICA
Por: PACO CASADO
Es curioso que se reúnan en esta película tres componentes de la familia Marchent.
Si fueran unos cuantos más podrían haber hecho ellos solos la película.
No podemos decir que formen un "clan" pero sí hay que destacar una característica en su cine que le difiere de los demás realizadores y películas del Oeste.
Es un cine orientado a la violencia con alguna problemática de fondo más o menos matizada esta y sus protagonistas, que a veces carecen de fuerza suficiente, y que al mismo tiempo evita las cabalgadas y persecuciones y emplea mucho la pelea dura y el desafío o en su lugar el asesinato a sangre fría, junto con la venganza cruel o a traición.
Todos estos recursos que hacen que su cine sea mucho más comercial, y como decíamos antes, distinto.
Es también un poco diferente en cuanto a la forma de realización, ya que lka técnica empleada no abusa ni una de los primeros planos, sino que la camara se mantiene casi siempre alejada, tomando planos muy generales o buscando un poco el esteticismo de la imagen bonita o el encuadre más bello a veces sin ir en consonancia con lo que se cuenta y sin tener muy presente cómo se cuenta.
Es un tipo de realización que quiere parecerse al que emplea Blake Edwards en sus comedias en lo que se refiere al distanciamiento de la cámara o al cine del Oeste anterior al Western psicológico que pudiera realizar un Hathaway o un Walhs.
Es una lástima que este estilo personal no está seguido de una nitida fotografía que adolece generalmente de falta de luz tanto en interiores como en exteriores, de unos intérpretes mejores, de un guion más sólido y de unos personajes más enteros cuyas reacciones estén más fundamentadas.
Muy bonita, eso sí, la música creada por Angelo Francesco Lavagnino.
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