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CRITICA
Por: PACO CASADO
Michael Winner es un aceptable director británico afincado últimamente en el cine americano para el que ha realizado su más recientes obras.
Durante su período inglés realizó obras de una calidad media, pero siempre de una solidez y firmeza casi inigualables, aunque siempre le faltaba a sus películas el soplo de inspiración del genio para que pasara a ser una cinta completa y redonda.
Ahora en sus últimas películas parece que le sigue ocurriendo lo mismo.
Todavía no recordamos una película suya que se pudiera tachar de una mala cinta, pero tampoco recordamos ninguna que haya pasado a ser digna de destacar.
Lo que decimos se puede apoyar a poco que les citemos algunos títulos suyos anteriores como "Atraco a la inglesa", "Georgina", "El último obstáculo", "La prueba del valor", "En nombre de la ley" o "Los visitantes de la noche", con Marlon Brando, recientemente exhibida en la Semaan de Benalmádena y que veremos pronto en España.
"Chato el apache" se puede inscribir en esa línea de cine bastante aceptable, en la que Michael Winner demuestra que conoce el oficio, en la que el director demuestra que conoce el oficio, que sabe manejar un paisaje con funcionalidad utilizándolo como un elemento dramático más de larga cabalgada a muerte que upone toda la película, dotándolo de un bellísimo colorido, a diferencia de otros realizadores de westerns europeos que suelen quemar la fotografía o datarla de tonos azulados, violáceos o de cualquier otro tono, menos el que debe ser.
Demuestra también que su conocimiento de la dirección de actores es grande cuando saca un buen partido de la interpretación de Charles Bronson en un papel casi mudo, sin apenas diálogos, en el que aparece y desaparece como el Guadiana, o de Jack Palance en la incorporación del personaje del Capitán Quincey Whitmore y en general de todo el reparto de buenos actores secundarios que lleva detrás de estos dos primeros actores.
El tema no es nuevo, la persecución de un mestizo apache por haber matado a un sheriff a cargo de once hombres capitaneados por un exmilitar. Esto es prácticamente toda la película.
Por la monotonía temática corría el riesgo que este se transmitiera al espectador, pero Winner con habilidad ha sabido salvar el escollo, al contar con un buen guion en el que los personajes están muy bien delimitados y perfectamente definido en los diversos caracteres.
Buena utilización del color y más endeble la música.
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