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CRITICA
Por: PACO CASADO
Esta película cuando fue importada se le otorgó el pomposo título de "Le Mans, el circuito de la muerte", pero después fue cambiado por el actual, que vemos mejor y menos pomposo, y al por más exacto, ya que de "Le Mans" tan solo vemos unas imágenes documentales al comienzo de la cinta.
Todo lo demás son circuitos de más o menos poca monta, como escenario de una serie de competiciones llevadas a cabo por un as del volante, dirigido por otro retirado a causa de un accidente y convertido en constructor y promotor.
Muchas películas se han hecho sobre el mundo del motor con mayor fortuna que la presente, por ejemplo "Fireball", "500 millas", "Peligro línea 7000" o "Grand Prix", todas ellas más logradas que la presente, que no va más que dirigida a lo espectacular.
De esta manera se carga excesivamente la mano sobre las pistas, consiguiendo aburrir al espectador ya que no están bien filmadas las carreras y por ello pierde interés.
Se abandona así la línea argumental, endeble por demás, cayendo en abundantes baches a lo largo del desarrollo de la cinta.
La dirección, por tanto es endeble y otro tanto podemos decir del guion.
Los actores masculinos dan el tipo y los femeninos sirven tan solo de figuras decorativas para alegrar la vista con sus bikinis y buenas formas físicas, ya que no influyen para nada en la temática del largometraje.
Elogio especial para la brillante música de Stelvio Cipriani y un aceptable colorido, completan el balance.
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