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CRITICA
Por: PACO CASADO
El director belga Alain Berliner llamó la atención con su ópera prima, 'Mi vida en rosa', con la que consiguió el Globo de Oro a la mejor película extranjera, lo que le valió el pasaporte a Hollywood, donde ahora hace su segunda película, 'Pasión por vivir', que nada tiene que ver con lo acaramelado de la primera.
Es la historia de una mujer americana, viuda, que tiene dos niñas con las que vive tranquilamente en la campiña francesa. De noche sueña ser una agente literaria en Nueva York. La relajada vida en Francia se convierte en agitación y estrés en la ciudad de los rascacielos.
Esta es la excusa para contar dos historias distintas con la misma protagonista e ir alternándolas.
Nos recuerda a Dos vidas en un instante, La vida en un hilo o Una mujer bajo la lluvia, todas ellas con relatos paralelos parecidos a ésta.
Lo cierto es que lo que se nos cuenta no nos interesa grandemente, ni de una ni de otra, con lo que nos aburrimos soberanamente y nos da igual cual es la vida real y cual la soñada.
Ningunos de los dos papeles tienen grandes dificultades para Demi Moore, que tampoco es que sea una gran actriz, aunque si suponga un cambio radical para Berliner el pasar de manejar a una niña en su primera cinta a tener a su cargo a una estrella millonaria en la segunda.
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