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CRITICA
Por: PACO CASADO
A raíz del estreno de "Escala en Hi Fi", mi compañero Alfonso Eduardo Pérez Orozco decía en su crítica que el musical y concretamente el grupo de técnicos y actores de la película podían ser un camino para el cine español.
"La nueva cenicienta" posee algo de lo mismo.
Es primeramente un camino porque Marisol es la única actriz de nuestro cine capaz de ofrecer calidad y al mismo tiempo garantizar con su estrellato el éxito comercial de un film.
En segundo lugar porque el bailarín Antonio es una figura de primerísima fila en su género a la altura de Maurice Bejart o un Jerome Robbins.
Con una actriz en posesión de la juventud, la gracia y la garra de Marisol y un coreógrafo del talento, el arte y la experiencia de Antonio se puede ir pensando en hacer "un gran musical".
En "La nueva cenicienta" no ha ocurrido porque ha fallado la inspiración y el director con poseer ese oficio que caracteriza a los americanos y que hace que la cinta tenga una perspectiva y nos haga olvidar que es española, carece de verdadero ingenio y talento y al mismo tiempo, ni entiende nuestra danza ni comprende nuestra psicología.
En este sentido la película resulta fallida y transcurre en un discreto nivel en espera de los números de Marisol y Antonio.
El valor de "La nueva Cenicienta" se centra en ese elemento importantísimo que es el gran bailarín que resuelve escénicamente sus ballets sin que a la hora de llevarlos al cine sepa aportar nada el realizador.
Mejor Marisol que en otras ocasiones y discretos los restantes actores secundarios.
En resumen, dos figuras importantísimas del arte español reunidas, y una película más que resulta fallida por falta de inspiración.
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