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CRITICA
Por: PACO CASADO
Esta historia nació de una apuesta de Ryan Reynolds que se empeñó en hacer la primera película 'Deadpool' (2016) basándose en el cómic creado por Rob Liefeld y Fabian Nicieza cuyo primer número apareció en el verano de 1991.
Su director fue el novato Tim Miller que debutaba en la realización de un largometraje, siendo este su primer film con éxito de taquilla tanto en las salas norteamericanas como en el resto del mundo.
Esto al parecer animó a Ryan Reynolds a volver a ponerse el traje de este antihéroe para hacer esta secuela, esta vez a las ordenes Shawn Levy, un director más experimentado con más de cuarenta títulos en su filmografía entre cine y televisión.
Pero ello no le ha salvado ni le ha dado la experiencia del poder evitar caer en este film que es un total desastre que supera en mediocridad al anterior.
Aunque otras veces les damos una breve sinopsis esta no se la vamos a dar porque es totalmente estúpida.
Nunca, que recordemos, nos hemos enfrentado a un guion tan malo, del que se siente auténtica vergüenza, tan caótico, tan soez, en el que los diálogos están sembrados de palabrotas y frases malsonantes y en el que nada tiene pies ni cabeza, siendo un desastre, en el que lo único salvable pueden ser los efectos visuales con los que se juega constantemente.
Si deslenguado es Deadpool, Lobezno le echa la pata.
No se explica cómo dos actores como Ryan Reynolds y Hugh Jackman se prestan a hacer tal desmadre de cinta irreverente por mucho dinero que esté dando en la taquilla, multiplicando grandemente su coste de producción.
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