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CRITICA
Por: PACO CASADO
La saga iniciada con 'Alien, el octavo pasajero' (1979) dirigida por Ridley Scott, que influyó en la concepción que se tenía hasta esos momentos del género de terror, ha tenido a lo largo de estos años varios capítulos que fueron realizados sucesivamente la segunda por James Cameron, la tercera por David Fincher, la cuarta por Jean-Pierre Jeunet, para volver Ridley Scott con las tituladas 'Prometeus' (2012) y 'Alien Covenant' (2017).
Ahora vuelve con un nuevo capítulo de la mano del director uruguayo Fede Álvarez, del que recordarán 'Posesión infernal' (2013) y 'No respires' (2016), entre otras.
La acción se sitúa en el año 2142.
En la colonia minera de Jackson Star, la joven Rain Carradine, con su hermano adoptivo Andy, que es un ser humano sintético reprogramado, junto con su ex-novio Tyler, viajan en una nave, a los que se unen Kay, su primo Bjorn y la novia de este, Navarro.
Este grupo de jóvenes colonos astronautas, exploran una estación espacial abandonada en un mundo lejano, a la que se acercan en busca de recoger combustible y material tecnológico en buen estado.
Durante la exploración que llevan a cabo en la misma, tendrán que enfrentarse cara a cara con unos enemigos inesperados, una forma de vida animal y monstruosa de lo más aterradora que se haya visto nunca en el universo.
Algunas de ellas recuerdan a películas anteriores de esta misma saga dentro del género de ciencia ficción, por ejemplo a 'Alien, el octavo pasajero' (1979), en el inicio de la misma, entre otras.
Prácticamente esto es lo que constituye el argumento de este film que como se puede ver es una trama bastante simple cuyo guion, que tiene algunas ideas interesante y otras no tanto, ha sido escrito por Rodo Sayagues y Fede Álvarez, siendo este último el que se ha encargado de dirigirlo.
Pone en ello energía y buen ritmo al convertirlo en imagen creando escenas bastante nuevas, a las que imprime su propio sello logrando un título de terror a tener en cuenta.
La cinta, que mantiene en tensión a los espectadores, con una estructura muy clásica dentro del género, resultando muy entretenida esta digna entrega.
Cada paso que dan los personajes, se van metiendo en un peligro tras otro, lo que anima al espectador a estar atento a la trama y al suspense que se origina en cada momento en los que terminan salvándose en último extremo.
Uno de los aspectos que más nos admira y sorprende al mismo tiempo, es la gran cantidad de escenarios distintos que atraviesan los jóvenes protagonistas, todos ellos de carácter espacial y no parece que sean de cartón piedra, precisamente, con multitud de artefactos propios de las naves espaciales, en lo que posiblemente se hayan invertido los más de ochenta de millones de dólares de la producción que, afortunadamente, de momento, ya se han multiplicado por más de cuatro en las taquillas de todo el mundo.
A pesar de no tener un reparto de actores conocidos, sin embargo sus interpretaciones están bastante ajustadas a sus respectivos personajes, destacando de ellos Cailee Spaeny y David Jonsson.
En todo momento se muestra el buen compañerismo entre ellos y el estar dispuesto a sacrificarse por el compañero en peligro.
Si hay que poner un pero es la larga duración que nos parece excesiva ya que hay algunas repeticiones que se podían haber suprimido ganando así en el ritmo.
Fue nominada a los premios Midseason Movie.
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