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CRITICA
Por: PACO CASADO
El director Giuseppe Tornatore se inició en el largometraje con 'El profesor' (1986) tras la cual hizo 'Cinema Paradiso' (1988) que con tan sólo 33 años le dio la posibilidad de ganar el Oscar a la mejor película extranjera.
Después vendría 'Están todos bien' (1990) y ahora nos llega el cuarto título de su filmografía, 'Pura formalidad' (1994).
Cualquiera que piense vaya a encontrar una bonita historia como la de su oscarizado film, se llevará una sorpresa, ya que este último trabajo se encuadra dentro del genero del thriller y es un relato totalmente diferente.
Un escritor se ve detenido por la policía, bajo la lluvia, acusado de un crimen.
Es interrogado por el comisario que se confiesa admirador de su obra.
A cada paso de su declaración se contradice y se va metiendo en un callejón sin salida.
De esa forma la acción camina en un círculo vicioso que da vueltas sobre sí mismo sin posible solución, sólo interrumpido por unos rapidísimos flash backs, apenas perceptibles, que embrollan más un guion que resulta no ser muy clarificador.
Esto, unido a la claustrofobia que produce la tenebrosa comisaría, nos da una sensación de agobio que hace la atmósfera casi irrespirable.
Lo mejor del guion es el duelo dialectal que se establece entre los dos personajes.
Y en cuanto al trabajo interpretativo es también lo más destacado, viéndose reflejado en la creación que ambos actores, Roman Polanski y Gerard Depardieu, proyectan de sus respectivos papeles.
Tal vez Giuseppe Tornatore no fuera el director ideal para esta historia que resulta algo teatral en su puesta en escena y cuyo final no acaba de convencer totalmente.
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